"No nos vamos a casa". Stephen Curry alentó con esta frase al público del Oracle Arena tras anotar un canastón que ponía el 111-101 a falta de un minuto para el final. Habían sufrido, sí, pero losWarriors sentenciaban gracias a su jugador franquicia un igualadísimo quinto encuentro que les permite evitar la eliminación ante los Thunder. Habrá sexto partido, esta vez en Oklahoma, pero los aficionados de Golden State ya se relamen soñando con resolver esta final del Oeste en casa y poder volver a meter a los suyos en la pelea por el campeonato de la NBA.

Que Curry sigue renqueante de su lesión de rodilla se evidenció durante gran parte del duelo. Sudó cada punto ante la pegajosa defensa visitante, que sabe que parar al MVP de la temporada es clave para derrotar al campeón. Pero esta vez apareció en un último cuarto decisivo en el que aportó 12 de sus 31 puntos finales, a los que añadió 6 asistencias y 7 rebotes. "Hicimos lo que se suponía que teníamos que hacer. Sabíamos que si no ganábamos nos íbamos a casa. No necesitas más motivación que esa", declaró un Curry que erró 5 triples de 8 y dejó claro que está algo lejos de la versión que enamoró a medio planeta durante la fase regular.

DOMINIO EN LA PINTURA

Golden State dominó el choque casi de principio a fin, pero con ventajas muy cortas a las que siempre respondían los Thunder. Liderados porKevin Durant, que aportó 40 puntos y 7 rebotes, y un siempre agresivoRussell Westbrook, que acabó con 31 puntos, 8 asistencias y 7 rebotes,OKC no le perdió nunca la cara al partido marchándose al descanso 8 abajo (58-50) y reduciendo la diferencia a tan solo 4 puntos al final de un tercer periodo en el que llegaron a ponerse por delante (67-68).

Pero esta vez la segunda unidad no apareció y gracias al buen hacer de Bogut (15 puntos y 14 rebotes) y de un renacido Green (11 tantos, 13 capturas), el juego interior visitante sufrió más que en los cuatro partidos anteriores, destacando solo la labor de un correctoIbaka que acabó con 13 puntos y 8 rebotes. Los 27 puntos de Klay Thompson y la aportación del reserva Marreese Speights, que añadió 14, acabaron siendo el factor determinante que junto al resurgir de Curry sentenciarían un encuentro que sirvió de aperitivo para lo que todavía nos queda por ver en una de las mejores finales deConferencia Oeste que se recuerdan.