Las 20.000 personas de American Airlines Arenas celebraban anticipadamente, a siete minutos, el segundo triunfo de los Miami Heat en la final de la NBA. Volaban camisetas por las gradas, respondiendo a la exhibición de Dwayne Wade, que acabó con 36 puntos.

Todo parecía resuelto con los Heat con 15 puntos de ventaja en el marcador (88-73). Pero los Mavericks protagonizaron una de las mayores remontadas de la historia, aguaron la fiesta y con un parcial de 22-5 en el tramo final arrancaron la victoria de Miami (93-95) para igualar la final a un triunfo.

Un nombre destacó sobre resto: el de Dirk Nowitzki, autor de 24 puntos y 11 rebotes, incluidos los nueve últimos de su equipo, sentenciando con una canasta a falta de tres segundos.