El palista español David Cal se mostró hoy enormemente satisfecho por la consecución de la medalla de plata en la prueba de C1 de 500 metros, la segunda que consigue en Pekín tras la obtenida ayer en los 1.000."Claro que me satisface. Dos medallas de plata no se ganan todos los días", dijo Cal nada más acabar la prueba, que terminó exhausto, tanto que se vio obligado a correr a la clínica porque se encontraba muy mareado después del esfuerzo realizado para tratar de alcanzar al ruso Maxim Opalev.

"Hoy conseguí la plata otra vez, igual que ayer, pero hoy un poco más contento. La medalla de ayer pienso que tenía un poco más de opciones que en la de 500. La de 500 estaba un poco más abierta y el ruso estuvo muy fuerte y al final consiguió la victoria", reconoció Cal, que no partía como claro favorito hoy en el Campo de Regatas de Shunyi.

"Hubo un momento que venía delante de él y lo venía controlando pero quise subir, se me agarrotaron los antebrazos, venía muy duro y no tuve opción", explicó acerca de sus posibilidades en la subida, normalmente el punto fuerte del de Cangas del Morrazo.

Cal volvió a recordar la regata de ayer y volvió a explicar que no salió mal, como se ha dicho repetidamente: "Estuve viendo lo de los tiempos, y el que decía que la salida es tan importante, en el 250 pasé sexto y el que ganó pasó octavo. O sea que tampoco es tan importante", cerró.