Tras caer en los octavos de final ante Rafael Nadal por 6-3 y 6-3, el tenista español David Ferrer se despidió del Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó, y lo hizo desde la pista central del club catalán, un escenario que el alicantino abandonó entre lágrimas.

«Estoy feliz. He hecho lo que he podido. Ha sido un partido de idas y venidas, pero estoy muy contento de acabar en la pista central y de acabar en el Conde de Godó jugando con Rafa», aseguró Ferrer tras recibir el calor del público. El exnúmero 3 del ránking ATP, que se retirará tras el abierto de Madrid, subrayó también que terminar su carrera perdiendo contra Nadal «es un orgullo», y dejó su cinta del pelo en la arena barcelonesa.

Nadal, que contribuyó al emocionado aplauso de la afición, destacó que Ferrer abandona el circuito «por una decisión personal, porque a nivel tenístico no está para irse a ningún lado».

«Es su decisión. Y después de todos los años que lleva peleando y dándonos alegrías a todos, merece hacer lo que él decida», añadió. «Se va un compañero con el que he compartido casi toda la carrera, y aparte de lo que hemos podido disputar como rivales, partidos muy importantes alrededor del mundo, también hemos compartido muchos momentos de alegrías», destacó.