Recibió Villa un pase sencillo de Busquets cuando estaba al borde del área del Manchester, cuandon los defensas ingleses se iban aculando para ponerse cada vez más cerca de la prominente nariz de Van der Sar. Entonces, mientras millones de personas contenían la respiración, el Guaje tuvo un segundo para pensar. Solo uno, pero fue más que suficiente. Tenía tiempo para tramar el disparo más valioso de su vida. Y eso es mucho decir en alguien que ha sido el pichichi del Mundial de Suráfrica con cinco tantos llevando a España hasta la cima del fútbol.

±Pensé en tirar al primer toque, pero vi que los centrales no me achicabanO. Así relató Villa el instante en que tomó la decisión previa al gol que lleva buscando desde hace más de una década. Vidic y Ferdinand se fueron hacia atrás, temerosos de que al Guaje se le ocurriera pasarle el balón a Messi, que deambulaba ya por el interior del área inglesa. Villa paró la pelota con toda la parsimonia del mundo, como si se detuviera el tiempo al borde del área, preparando su pierna derecha. Apaciguó el balón con la suela de la bota antes de dibujar uno de los disparos más perfectos que haya hecho en su carrera deportiva. Tal vez, haya marcado goles mejores, pero ninguno de la plasticidad y trascendencia como el del sábado.

Cuando Ferdinand, una roca convertido en defensa, descubrió a Villa solo en el balcón del área salió desesperado a su encuentro. Pero llegó un segundo tarde. Saltó para impedir la tragedia inglesa, pero la belleza de la obra del Guaje ya era inevitable. "Cuando chuté, pensé: ´Va bien, muy bien´. Es una sensación que tenemos los futbolistas, luego puede ir al palo, puede volar Van der Sar y despejarla, pero....". Nada de eso sucedió en Wembley. El palo asistió feliz al increíble vuelo de la pelota y Van der Sar contribuyó con una hermosa e infructuosa estirada, la última de su vida (se despide con 40 años), a que el gol tuviera una belleza infinita.

"Parecía que el balón iba a cámara lenta, llegué a pensar que hasta el viento iba empujando la pelota hacia dentro", rememoró Villa transpirando emoción en cada palabra. "No sé si es el gol más bonito de mi carrera. Pero sí sé que ha sido el más importante de mi vida. Para mí, es un orgullo y un honor haber podido ganar una Champions y marcar ese gol para la historia de un club tan grande como el Barça", explicó.