La celebración, en Cáceres, del Encuentro Internacional de Gimnasia Artística entre España y Rumanía ha vuelto a poner de manifiesto que lo que realmente quiere el ciudadano al que le guste el deporte es la élite, el verdadero espectáculo de masas. Eso sí, que se entienda bien el término: élite es un partido de la selección de fútbol sala, uno de la ACB, uno de Primera División de fútbol o un gran premio internacional de atletismo, por poner cuatro ejemplos de los que hemos gozado en la comunidad en los últimos años. También lo es el espectáculo gimnástico protagonizado por España, liderada por nuestra Laura Campos. Así de crudo, basta de zarandajas: lo que de verdad se demanda es el máximo nivel. Y de esto, hoy en día, desgraciadamente, adolecemos en Extremaudura. Por mucho esfuerzo que pongan los abnegados responsables de los clubs. No es cuestión de discriminación, ni de sexismo ni de nada parecido. Y de que ocurra esto no culpen siempre al periodismo, que diría Valdano.