Al estilo del Recreativo de Huelva en fútbol, al Melilla le gusta verse a sí mismo como el decano de la LEB Oro. No le falta razón: está en la segunda categoría del baloncesto nacional justo de su fundación como tal, en 1996, y de ahí no se ha movido, ni para arriba ni para abajo, aunque hace dos años mantuvo la plaza pese a terminar último. Mañana recibirá al Cáceres Patrimonio de la Humanidad en uno de los mejores momentos de su historia: segundo y alentando la posibilidad de ascender a la Liga Endesa. O al menos, lograr los derechos deportivos.

El equipo que entrena Alejandro Alcoba no se fía de los extremeños, a los que se les dan especialmente bien los equipos grandes. Ya en la primera vuelta venció al Melilla por 82-79, curiosamente un resultado muy similar al de hace unos días frente al mismísimo líder, el Quesos Cerrato Palencia (82-78).

Por si fuera poco, en su último partido en casa, los melillenses cayeron sorprendentemente ante el Cocinas.com riojano (85-93).

El Cáceres está teniendo algo especial contra los equipos de la zona alta de la clasificación. Su balance ante los cuatro primeros es de cuatro victorias y dos derrotas, mientras que ante los cuatro últimos es de 3-5. Ahora está inmerso en la parte más dura del calendario, pero eso no parece provocarle temor.

Además, el partido resultará especial para dos jugadores que han vestido la camiseta del rival: en el Cáceres, José Marco, que permaneció dos temporadas (2011-12 y 2012-13) en la ciudad autónoma; en el Melilla, Asier Zengotitabengoa, verdinegro durante unos meses en la 2011-12.