El austríaco Dominic Thiem rubricó una de las mejores semanas de su carrera al derrotar por 7-6 (2), 3-6 y 7-6 (4) a Nicolás Almagro en la final del Torneo ATP 250 de Buenos Aires, tras dos horas y 28 minutos de juego.

Thiem, verdugo de Rafael Nadal en semifinales, mantuvo el excelente nivel de toda la semana y, con 22 años, demostró que es uno de las grandes realidades sobre tierra batida.

Sumó así su cuarta corona en su quinto año como profesional, tras las conquistas del año pasado en Gstaad, Umag y Niza.

Dominator , como se conoce a Thiem en el circuito, ha crecido en su juego en los últimos dos años de la mano del técnico Gunter Bresnik, exentrenador de Boris Becker.

Con un estilo suelto y golpes certeros tanto de derecha como de revés, el austríaco logró una nueva conquista en una final de un torneo de Buenos Aires que tuvo en el cuadro a cuatro tenistas entre los doce mejores del mundo: los españoles Rafael Nadal y David Ferrer, el francés Jo-Wilfried Tsonga y el estadounidense John Isner.

Para Nicolás Almagro esta fue su quinta final perdida desde que ganó el torneo de Niza en 2012, con traspiés en Bastad (2012), Barcelona (2013) y Houston (2013 y 2014). Con 30 años, Almagro sigue sin poder cosechar su título número 13. Y eso que se había reencontrado con su mejor tenis, con un triunfo ante Ferrer en semifinales.