REGAL BARCELONA: Lakovic (13), Navarro (13), Basile (5), Andersen (24), Santiago (9) -cinco inicial-, Vázquez (6), Grimau (4), Sada (-), Barton (2), Ilyasova (2).

CSKA MOSCU: Langdon (15), Holden (8), Smodis (9), Khryapa (9), Lorbek (8) -cinco inicial-, Siskauskas (29), Morris (), Kaun (4), Zisis (-) y Planinic (-).

ARBITROS: Voreadis (GRE), Bachar (ISR) y Belosevic (SRB). Eliminado: Vázquez (min. 39).

MARCADOR POR CUARTOS: 21-12, 36-32, 56-54 y 78-82.

INCIDENCIAS: Primera semifinal de la Euroliga.

El Barcelona vio cerrado su acceso a la final de la Euroliga ante el vigente campeón, el CSKA de Moscú, magistralmente sostenido por Ramunas Siskauskas, verdugo del equipo azulgrana con 29 puntos. Espera el Panathinaikos, que derrotó en la otra semifinal al Olympiacos por 84-82.

El Barcelona gobernó el marcador durante más de media hora, pero se vino abajo en el momento decisivo del partido. No encontró argumentos para frenar el extraordinario rendimiento de Siskauskas, al timón de un CSKA rebajado, pero con una impresionante capacidad competitiva. El equipo ruso jugará su cuarta final consecutiva a costa del Barça, nuevamente eliminado en su décima aparición en una final a cuatro.

Aunque compitió con solvencia, el Barça acabó condenado por su falta de experiencia y el acierto de Siskauskas en el último cuarto. Hasta entonces, el equipo de Xavi Pascual había mandado en el marcador. Cuando su sistema defensivo comenzó a flaquear, el CSKA comenzó a ganar el partido psicológico.

Pocas veces un inicio tan solvente acaba con un castigo tan cruel. Cuatro triples impulsaron al equipo de Xavi Pascual (14-4, min. 4) y descolocaron al CSKA.

Sólo al final del primer cuarto reaccionó el cuadro moscovita. Lo hizo con la fe propia de los campeones y apoyado en la dirección de juego de Holden para recortar diferencias. Entre el último minuto del primer periodo y el arranque del segundo firmó un parcial de 4-12 para colocarse a tres puntos (21-18, min. 12).

Sin estridencias, el CSKA se fue acercando. Un triple de Holden permitió al equipo de Ettore Messina empatar poco antes del descanso (30-30). Para entonces, Navarro ya se había cargado con tres faltas. El Barcelona estuvo obligado a administrar un marcador ajustado (47-46, min. 27).

MOMENTO CLAVE Con todo por decidir, Siskauskas emergió para rescatar al CSKA al mismo tiempo en el que al Barça se le apagó la luz. El equipo azulgrana enterró sus porcentajes de acierto exterior y no encontró a sus jugadores de referencia.

El CSKA se puso por delante en el minuto 34 (61-62) con un triple de Siskauskas. No volvería a verse por debajo. El lituano anotó tres triples consecutivos en un parcial de 0-11.

Basile y Navarro, con sendos triples, apuraron las opciones del Barça (69-72, min. 38). Demasiado tarde para el equipo azulgrana. El Barcelona acabó resignado a su suerte, sometido por la inspiración de Siskauskas y obligado a pensar en una próxima ocasión. La culpa la tuvo el CSKA de Ettore Messina, que vuelve a la final de la Euroliga, como es costumbre.