Muchas caras nuevas y mucha ambición, pese al recorte presupuestario, en la nueva temporada del Femenino Cáceres en la LF-2. Será la décima temporada consecutiva del club en la segunda categoría del basket nacional y se quiere celebrar la efemérides con un año para disfrutar en el que prevalezcan los resultados positivos sobre los negativos. Como en toda entidad modesta, la cuestión económica será clave. En los últimos años ha sido habitual que jugadoras se marchen a mitad de temporada por problemas con los cobros, un contratiempo que se pretende subsanar ahora.

Juan Pedro Buigas, que ya dirigió al equipo el último mes de la pasada campaña en sustitución de Javier Bohigas, ha realizado una importante limpieza en el vestuario. Unicamente sigue la escolta Jara Salgado, aunque hay que tener en cuenta que la base Analía Casado y la pívot Pilar Calle regresan tras haber estado en el pasado en el Femenino Cáceres. Las demás, todas nuevas: las bases Johana Morton (dominicana) y Joana Bernadeco (portuguesa); las aleros Rosó Buch, Verónica Sánchez y Teshymia Tillman (norteamericana) y las pívots Mireia Moleón y Kourtney Brown (norteamericana).

Inicio esperanzador

Morton no ha llegado aún por problemas burocráticos y falta una jugadora interior, pero de momento la preparación está siendo óptima, con claras victorias frente al Torres Novas de la primera división lusa (39-104) y el Conquero Huelva, uno de los favoritos en el otro grupo de la LF-2 (70-95 y 89-67). De todos modos, queda mucha pretemporada hasta que el 22 de octubre las cacereñas visiten al Aros de León en la primera jornada.

De momento, la actuación de las dos norteamericanas, Tillman y Brown, está dejando impresionados a todos, alcanzando en los tres partidos altas anotaciones. Buigas pretende realizar un baloncesto dinámico, de fuerte defensa y muchos contragolpes que favorezca sumar canastas fáciles.

Otra de las novedades será el traslado de los encuentros al Pabellón Municipal Serrano Macayo, mucho más acogedor que el Multiusos para un público que no suele rebasar los 100 espectadores. El sueño es que, si los resultados acompañan y el entrenador consigue implantar su estilo vistoso, esta cifra se incremente poco a poco.