La Corte de Apelación de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) reanudó ayer la audiencia sobre la reclamación que Ferrari, Renault, Red Bull y BMW interpusieron contra los difusores de las escuderías Brown GP y Toyota tras los grandes premios de Australia y Malasia. La FIA, que hará pública su decisión hoy en su sede de París, debe pronunciarse sobre la legalidad de los polémicos difusores, que han dado una importante ventaja a las escuderías que lo incorporan en las dos carreras disputadas y que, según los equipos que reclaman, aprovecha las lagunas del reglamento.

A media jornada, las partes evitaron hacer declaraciones al abandonar la sede de la FIA para almorzar, aunque la BBC aseguró que Brawn confiaba en el "sentido común" de la FIA.