El sangriento y demoledor testimonio del exciclista alemán Jörg Jaksche, que dejó al descubierto todas las miserias y trampas de Eufemiano Fuentes para burlar la ley deportiva, sirvió ayer en Madrid para que el juicio de la operación Puerto diera un giro total tras quedar el médico canario sin argumentos, tanto en los métodos sanitarios por los que se le juzga (un presunto delito contra la salud pública) como por su sistema escrupulosamente preparado para zafarse de todos los controles antidopaje después de administrar a los deportistas todo tipo de sustancias prohibidas.

Jaksche no solo condenó a Fuentes, sino también a su exdirector Manolo Saiz, sentado en una de las sillas de los acusados, al que señaló con el dedo por haber sido la persona que le recomendó a Eufemiano a finales del 2004.

El excorredor alemán, que ya cumplió sanción por dopaje al ser procesado en su país, relató ante la jueza, con pelos y señales, cómo actuaba Fuentes, cómo le quitaba y administraba su propia sangre, cómo la congelaba y, sobre todo, cómo le sugería, sin problema alguno, tomar todo tipo de sustancias dopantes: EPO, hemoglobina sintética de procedencia rusa, factores prohibidos de crecimiento (un precursor indetectable de la hormona del crecimiento), anabolizantes y hasta hormona femenina, a través de una receta falsificada que recibió durante una concentración en Estepona.

Jaksche no solo denunció a Fuentes como administrador de dopaje (infracción por la que no rinde cuentas a la justicia), sino que dejó en evidencia su sistema de seguridad para no confundir las bolsas de sangre. Aseguró que en más de una ocasión temió por su salud, lo que sí puede condenar a Eufemiano a dos años de prisión y a la inhabilitación como médico. Actualmente pasa consulta como ginecólogo en un centro de salud de Gran Canaria. "Con Eufemiano se trataba de eludir las normas deportivas y no de cuidar la salud".

CITA EN CANARIAS En otoño del 2004, Jaksche tomó un avión con destino a Las Palmas. En el aeropuerto lo recogió Eufemiano con su Land Cruiser y ya camino del hotel le puso en antecedentes, lo que tampoco sorprendió al exciclista alemán ya que, según dijo también, se dopaba con regularidad desde 1997. "Eufemiano me sacó y administró mi propia sangre durante el tiempo en el que trabajamos juntos (desde finales del 2004 hasta que el médico fue detenido por la Guardia Civil el 23 de mayo del 2006)".