No hizo falta que nadie le preguntara. Nada más bajarse del coche, Fernando Alonso dedicó el podio "a Flavio, es también un éxito suyo". El bicampeón cerró así un circulo que comenzó a trazarse justo un año atrás en Singapur, un trazado en el que el asturiano logró subirse al cajón proclamando que Briatore sigue siendo su amigo y que su triunfo el año pasado tiene tanto valor como el que ayer atrapó Lewis Hamilton por delante de Timo Glock.

Cuatro carreras llevaba Alonso rozando el podio. Un problema de embrague en Alemania, una tuerca en Hungría, una pinza de freno en Valencia, otra tuerca en Bélgica, un cálculo erróneo de combustible en Italia... Por una u otra razón, el cajón se le escapaba entre los dedos. Y tuvo que ser en Singapur. Hasta allí llegó Alonso con el director del equipo, Flavio Briatore, sancionado de por vida; con Pat Symonds, el jefe de ingeniería inhabilitado por cinco años; y con las pegatinas de ING y Mutua arrancadas de su R29.

"Corro igual con pegatinas que sin ellas", dijo Alonso el viernes tras la sesión de entrenamientos en la que, cosas del destino, Romain Grosjean, el sustituto de Piquet, se estrelló en la misma curva y de la misma forma que el brasileño, un accidente calcado al que dio pie a tan dura sanción de la FIA justo a comienzos de esta semana, un año después, para satisfacer los deseos de venganza de Max Mosley y Nelson Piquet padre. Para ambos tuvo un recuerdo Alonso al bajarse del podio. "Se lo dedico a Flavio", insistió harto de tanto politiqueo.

Esa es la parte de la F-1 que menos gusta al bicampeón. La que le divierte comienza cuando se baja la visera. Y por ahí comenzó a cerrar el círculo. Cuajó la mejor salida del año y superó a Mark Webber al paso por la primera curva a la que llegó emparejado con Vettel.

CARRERA MUY MOVIDA Pero el australiano le presionó sin tregua hasta que en la curva siete le adelantó por la escapatoria de la chicane, de forma que al volver, le cerró el paso y fue adelantado por Glock. Los comisarios avisaron a Webber que debía devolver la posición a Alonso, y así lo hizo, pero Glock ya estaba delante.

Ahí se acabó el cupo de mala suerte que arrastró durante cinco carreras, incluida la calificación del sábado, en la que el accidente de Barrichello le impedió mejorar el sexto puesto en la parrilla. Estabilizada al fin la carrera, esperó a que la noche, los baches, el calor, la pista sucia, los muros y media hora más de carrera de lo habitual hicieran mella en todos. Lewis Hamilton, Nico Rosberg, Sebastian Vettel y Timo Glock marchaban por delante sin posibilidad alguna de que el asturiano les adelantara. No hizo falta menear mucho el árbol para que la fruta fuera cayendo. "Nuestra baza era la constancia y la concentración y el estar ahí en todas las vueltas. Llegaron dos errores de Rosberg y Vettel y los aprovechamos", dijo Alonso. Nico Rosberg pisó la línea al salir de su primer repostaje y fue castigado por un paso por la línea de boxes. Alonso ya era cuarto.

MAS ERRORES Sebastian Vettel acabó de servirle el podio cuando sobrepasó el límite de velocidad en su segunda parada y también fue castigado con un paso por los garajes. Por delante, camino expedito, y por detrás, Mark Webber, el único que podía inquietarle, tuvo que abandonar por problemas en los frenos. "El equipo se merecía este podio desde hace varias carreras. Después de la tensión, había que dejar todo atrás y mirar al presente. Mucha gente aprovechó la sanción de Flavio para darle caña a él, al equipo y a todo. Pero el equipo estuvo al margen y se demuestra con este podio. Y por eso te sabe mejor", dijo Alonso que ahora solo espera que Ferrari anuncie su fichaje adelantado ayer por Jean Francois Caubet, nuevo jefe de Renault, al decir "echaremos de menos a Fernando, y mucho".