La esperanza crece. El Cáceres 2016 roza los play-offs de ascenso con la yema de los dedos, aunque la recta final de la LEB aún guarda un buen puñado de emociones. La emocionante victoria verdinegra anoche frente al Tarragona, unida a la derrota de Los Barrios frente al Huelva (85-65), deja la situación bastante diáfana para que el equipo de Ñete Bohigas termine octavo. A simple vista un triunfo --difícil, eso sí-- en Murcia haría automática esta situación, pero depende de lo que ocurra hoy los partidos Plasencia-Ourense y Gijón-Menorca de esta tarde y en lo que pase en la última jornada en los Melilla-Plasencia y Los Barrios-Gijón. Resumido, al Cáceres (16 partidos ganados) le vale cualquier empate con Los Barrios (16), Gijón (15, un partido menos) y Plasencia (15, un partido menos), siempre que no sea en solitario con los jerteños.

Cálculos aparte, el encuentro del multiusos resultó espectacular, no tanto por la calidad del juego sino por la resolución. El Cáceres parecía noqueado a falta de un minuto y 40 segundos para el final, cuando dos triples de Berni Alvarez ponían el marcador 71-75. Sin embargo, la fe de este equipo mueve todas las montañas que se pongan por delante: cinco puntos consecutivos de Dani López impulsaron un parcial final de 11-1 que le dio la vuelta a todo. Para más satisfacción, el Huelva remontaba en casa un partido que se le había puesto difícil al descanso (32-41) y cumplía el pronóstico con contundencia ante Los Barrios.

ANTELO CRECE AUN MAS Hasta la impresionante resolución, el partido dio para varias conclusiones. La fundamental es que José Angel Antelo sigue con su enorme progresión (17 puntos, 7 rebotes y mucho liderazgo, siendo un adolescente). Se echó algo de menos a Ramón Moya en la batalla bajo aros, pero podrá estar en la final de dentro de una semana en su tierra.

El Cáceres nunca pareció cómodo ante un rival de calidad y, aunque tuvo la iniciativa, las diferencias nunca superaron los cinco puntos. Al descanso ganaba el Tarragona (32-33), pero el regreso de Kerry Blackshear, con problemas de faltas, dio solidez (57-52, min. 30). Luego llegó el empuje visitante (71-75, min. 38) y un final para el recuerdo. Pase lo que pase en Murcia, este equipo --que no cobra hace meses, no hay que olvidarlo-- merece todos los halagos.