Con una superioridad aplastante sobre sus rivales, más de un minuto sobre el segundo, el australiano Rohan Dennis reeditó en Yorkshire el título de campeón del mundo contrarreloj que ya ganó la pasada temporada. Pero las miradas se desviaban hacia el portador de la medalla de plata, el belga de 19 años Remco Evenepoel, que completó otra exhibición para sumar a la lista ya prestigiosa de victorias en su primer año como profesional: campeonato de Europa contrarreloj, clásica de San Sebastián o la vuelta a Bélgica.

El segundo puesto ante los mejores contrarrelojistas del mundo del fenómeno del Deceuninck Quick-Step, al que Patrick Lefevre lleva con todo el mimo que requiere su edad, no hace más que confirmar su progresión meteórica y aumenta sus hitos de precocidad en el ciclismo profesional, que parecen dejar cortos los pronósticos que le colocan pulverizando las marcas históricas de este deporte.

Otro belga de la nueva hornada que está revitalizando el ciclismo, Mathieu Van der Poel, parte entre la terna de favoritos para la prueba en línea del domingo para conseguir el jersey arcoíris que defiende el murciano Alejandro Valverde, el último vestigio de otra generación que sigue peleando galardones.

DENNIS ARRASA

La demostración de Evenepoel no afectó a Dennis, que pulverizó el resto de tiempos con su 1:05:05 en meta, después de 54 kilómetros de recorrido escarpado y laberíntico que se cobró una buena cantidad de víctimas. La primera el esloveno Primoz Roglic, flamante ganador de la última Vuelta a España, que fue doblado por Dennis (aunque aguantó con él hasta la meta) y terminó fuera de los diez primeros.

La medalla de bronce fue para el italiano Filippo Ganna, corredor de 23 años del Ineos, otra promesa joven que llega para renovar el pelotón y que se impuso a nombres como Bevin, Dowsett o Craddock.

Otro damnificado de Yorkshire fue el también belga Victor Campenaerts, poseedor del récord de la hora, que rodaba en tiempos de Evenepoel cuando sufrió una caída y una avería mecánica que arruinaron su carrera.

DECEPCIONANTE ACTUACIÓN ESPAÑOLA

Las opciones de medalla para la delegación española pasaban por las piernas de Jonathan Castroviejo, bronce en 2016, pero el cántabro estuvo lejos de su mejor nivel y terminó muy lejos de las medallas, más allá del vigésimo puesto (24). El otro representante español, Lluis Mas, terminó en el puesto 39 y, con estos resultados, la delegación española pierde un componente para la contrarreloj de los Juegos Olímpicos de Tokio, a la que solo podrá acudir un miembro de la selección nacional.