DEPORTIVO: Molina; Héctor, Andrade, Naybet, Romero; Scaloni (Valerón; m.67), Sergio, Mauro Silva, Amavisca (Fran; m.56); Makaay y Tristán (Luque; m.78).

RAYO VALLECANO: Segura; Mario, Quevedo, Corino, Graff; Azkoitia, Iriney; Julio Alvarez (Camuñas; m.78), Mora (Luis Cembranos; m.58), Michel; y Bolic (Bolo; m.78).

GOLES: 1-0; m.18, Makaay, de penalti. 2-0; m.86, Naybet.

ARBITRO: Téllez Sánchez, del Colegio Catalán. Expulsó al defensa del Rayo Vallecano Corino por doble amonestación (m.83). Además, siete tarjetas amarillas más en el partido.

El Deportivo se resarció de la eliminación el pasado miércoles en la Liga de Campeones con una victoria ante el Rayo Vallecano en un encuentro en el que, por encima del resultado, que no obstante permite a los coruñeses plantarse en el Bernabéu el próximo domingo con opciones de igualar a los madrileños en el liderato. Destacó el regreso de José Francisco Molina a los terrenos de juego.

Ambos equipos desempeñaron un fútbol paupérrimo. El Dépor, sin ideas, aunque parezca paradójico, puso la escasa creatividad del partido. El goleador Makaay adelantó a los coruñeses al transformar un penalti (m.11), y Naybet sentenció el encuentro en los minutos finales, cuando el Rayo jugaba ya a la desesperada.

El protagonista indiscutible del choque fue José Francisco Molina, que volvió a defender la portería del Deportivo cinco meses y un día después de que anunciara una retirada temporal del fútbol al sufrir un cáncer testicular. El cancerbero fue recibido con muchos aplausos y cánticos de la parroquia gallega, sobretodo cuando su nombre se escuchó por la megafonía del estadio.

Héctor Berenguer penetró en área madrileña, en la que fue derribado por el brasileño Iriney. Téllez Sánchez decretó un penalti que no estuvo exento de tensión en los locales. Tristán y Makaay discutían por lanzar la pena máxima, hasta que intervino Mauro Silva para convencer al sevillano de que dejara el lanzamiento al holandés, que marcó.

POCO FUTBOL

Y hasta el descanso, más de lo mismo. El Rayo aparecía muy de vez en cuando sobre el área coruñesa, sin generar peligro; y el Deportivo seguía encontrándose con los mismos problemas para traspasar el medio del campo.

Las cosas no cambiaron en la segunda mitad. El conjunto gallego tan sólo tuvo movilidad en los minutos finales, cuando el Rayo, que sólo tuvo una oportunidad para empatar, jugaba a la desesperada. Los blanquiazules se aprovecharon de esa circunstancia y de la expulsión de Corino, y sentenciaron el partido con un tanto del marroquí Naybet.