«Muchos me dicen: ‘¿acho, a la petanca juegas? Si eso es de viejos’. Hasta que lo prueban, porque luego se agarran a la bola y no son capaces de soltarla», confiesa Eugenio Sánchez, presidente del Club Petanca San Serván. El amor lleva a hacer locuras, y en este caso una locura deportiva. Crear un club de un deporte totalmente desconocido en una población que no supera los 4.500 habitantes.

No era una apuesta ganadora, pero le salió bien. «El club se creó el 14 de noviembre de 2017. Hice una reunión con la gente que jugábamos en un parque, empezamos a preparar los papeles y se fundó el club con tan sólo siete personas», narra Sánchez sobre los inicios. Siempre difíciles y, en este caso, poco esperanzadores.

Y cómo la pólvora, triunfó. Actualmente, ese proyecto al que solo apoyaron siete locos, cuenta con 36 jugadores de petanca y se plantean acotar las inscripciones. «No creo que podamos acoger más personas, hay que abastecerse y dar la atención necesaria a todos los jugadores. La cuota de inscripción es mínima, tan solo 15 euros, no buscamos lucrarnos de esto», indica.

Cual firmamento por descubrir. «Parece que en Extremadura la petanca no existe, pero realmente no se sabe que se está jugando. Mérida, Talavera, entre otros municipios, cuenta con equipo federado. El nivel es bastante alto. La gente piensa que es un deporte de mayores, pero están muy equivocados», analiza.

Orgullo y futuro

El triunfo nace del pueblo. «El terreno fue cedido a nivel personal, fui a hablar con el ayuntamiento y me dijeron que no había problema. Empezamos a dar pasitos, lo hemos hecho todo nosotros, con nuestras manos. El consistorio pone el material y nosotros hacemos el resto», cuenta Sánchez.

Con más de 20 campos para practicar este deporte, el club arroyano va a más. «El objetivo es federarnos, ya tenemos un nivel bastante bueno y es el siguiente paso. La ilusión es increíble, y es un verdadero orgullo ver cómo está creciendo este proyecto», relata. Y la cantera viene empujando fuerte. El equipo cuenta con tres niños, de edades comprendidas entre 10 y 12 años.

Conocer mundo, tener vida. «Con este deporte viajas por toda Extremadura, conoces gente y haces amigos. Nosotros realizamos en abril un torneo al que acudieron 150 personas, unos de Talavera, otros de Trujillo, de Plasencia o de Zafra. Una gozada. Eso es un orgullo para nosotros», expresa.

Reglas y compañerismo

Todo juego tiene sus reglas y en el caso de la petanca, según Sánchez, «son muy sencillas». El boliche, la bola más pequeña, debe estar al menos a un metro de cualquier obstáculo. El fin del juego es lanzar las bolas de metal lo más cerca del boliche. Para ello es fundamental la estrategia. Finalmente, el equipo que más puntos consiga se lleva el triunfo.

«Cuando se juega en tripleta, tres personas, la estrategia es fundamental. El primer lanzador sirve para marcar una referencia, el segundo sirve para eliminar bolas que molesten del rival y el tercero, que suele ser el mejor, es el que intenta acercarse lo máximo al boliche», resume el presidente. Todo un arte por conocer.

Por todo ello, el compañerismo es fundamental en este deporte. «Depende mucho de cómo salga el día. Imagina que juegas en dupleta, si tu pareja tiene un mal día es muy complicado ganar. Pero bueno, qué vas a hacer. Lo importante es mejorar, aprender y disfrutar», explica. Un loco con una idea que triunfó. Un deporte que lo ‘peta’ en Arroyo de San Serván.