En días pasados he puesto en práctica mi oratoria para dos auditorios diferentes y acabé bastante contento con ambas experiencias, aunque habrá que preguntarles a los que las ´sufrieron´.

El pasado sábado 24 de abril, en el marco de la feria del corredor de la maratón de Madrid, fui invitado a una mesa redonda en la que hablamos sobre aquellos aspectos o detalles a tener en cuenta en el antes, durante y después de correr una maratón. Aunque mi experiencia no es amplia en la maratón, sólo he corrido una, es fácil trasladar tus sensaciones, al fin y al cabo llevo toda la vida corriendo.

El lunes 26 cambié de auditorio. Los tres cursos de bachillerato del IES Albarregas de Mérida me esperaban en su semana cultural. Casi dos horas de encuentro en las que, por suerte, su participación fue alta y pude compartir, además de mi experiencia como deportista, muchas otras facetas sobre el deporte, el atletismo y saciar la curiosidad de algunos de ellos.

Me quedo con algo que quise transmitirles apoyándolo en mi ejemplo dentro del deporte y la actividad física como estilo de vida. Primero de bachillerato es el último curso en el que tendrán que hacer algo de actividad física de forma ´obligatoria´ en las clases de educación física. A partir de este año estará en sus manos el seguir teniendo una vida activa con la importancia que esto tiene no sólo para la salud sino también para la calidad de vida futura. Deben buscar aquellos deportes o actividades que les llenen, que les gusten, con las que disfruten y puedan integrarse en su día a día.

Por mi formación sé que para los docentes de educación física nuestro objetivo es que los alumnos sean autónomos y sepan gestionar su actividad física a partir de esta etapa. Espero haber aportado un granito de arena.