Deportivo: Munúa; Manuel Pablo, Andrade, Coloccini, Romero; Sergio, Duscher; Víctor (Acuña; m.83), Valerón (Capdevila; m.81), Munitis; y Xisco (Fran; m.67).

Atlético de Madrid: Leo Franco; Molinero, Pablo, Perea, Antonio López; Jorge, Luccin, Colsa (Aguilera; m.65); Ibagaza (Sosa; m.73); Richard Núñez y Torres (Braulio; m.67).

Goles: 1-0; m.54, Luccin, en propia meta. 2-0; m.82, Capdevila.

Arbitro: Daudén Ibáñez, del Colegio Aragonés. Amonestó a Molinero (m.45) y Perea (m.62) por parte del Atlético de Madrid; y a Xisco (m.59), por parte del Deportivo.

Incidencias: 12.000 espectadores en el estadio de Riazor.

El Deportivo mantiene sus remotas opciones de acceder a Europa gracias a la victoria que consiguió ante el Atlético, en el estadio de Riazor, en un encuentro soporífero en el que los dos equipos demostraron por qué son las decepciones del campeonato.

Un gol en propia meta del francés Peter Luccin abrió el marcador para los coruñeses, que apuntalaron el triunfo en la recta final del partido con un tanto de Joan Capdevila, que sólo llevaba unos segundos sobre el césped.

El encuentro pronto entró en la dinámica habitual de esta temporada en Riazor: ritmo cansino por parte de ambos equipos a la espera de una individualidad para adelantarse en el marcador.

Al técnico César Ferrando no le debió de gustar el juego de sus hombres en la primera parte porque tras la reanudación les mandó que adelantaran líneas y Fernando Torres, desaparecido hasta ese momento, falló un mano a mano ante Munúa en el minuto 53. Fue el momento clave del encuentro, porque en la siguiente jugada de ataque de los coruñeses llegó el 1-0.

El tanto coincidió con los mejores momentos del Deportivo, con un Atlético descosido sobre el césped y el canterano Xisco peleando por estrenarse en la tabla de goleadores. Los colchoneros siguieron inoperantes y la falta de definición de los gallegos acabó con el tanto a placer de Capdevila.