Manuel Hurtado, el entrenador-director general del Cáceres 2016, se puso lo más entusiasta que pudo, intentando lanzarle un mensaje rotundo a su último fichaje, Derell Washington. "No está a prueba. El no tiene que probarle nada a nadie" y "no viene a sustituir a nadie" fueron sus dos frases contundentes dando realce a la apuesta, aunque luego tendría que matizarlas. Fue el inicio de la tercera etapa cacereña de Washington: la primera se remonta a 1994 como jugador vinculado en el Doncel y la segunda, en el 2003, acabó abruptamente porque se cansó de los impagos del entonces Cáceres Destino Turístico, denominación del ya desaparecido Cáceres CB. "Sé que éste es un club distinto y muy serio", destacó.

Desde luego, fe no se le puede negar al alero de 36 años y pasaporte italiano. "Estoy a un 75-80% recuperado de mi lesión. En tres o cuatro semanas estaré al máximo. Es una gran oportunidad para mí y voy a devolver la confianza que me está dando el Cáceres", dijo en un pasable español, augurando que ayudará "en lo que pueda, con puntos, rebotes, defensa... lo que sea para poder estar en los play offs". Los informes médicos son positivos, aunque se reconoce que le falta ritmo de competición.

A su lado, Hurtado asentía, aunque de momento no le gusta hablar de meterse entre los nueve primeros sino de "cumplir los objetivos". "Es un gran refuerzo que espero que se encuentre cómodo entre nosotros", indicó, descartando que esté "a prueba" aunque el comunicado que ofreció su club el día anterior utilizase esa misma expresión y que en el contrato del jugador contempla la posibilidad de cortarle si su rendimiento no satisface en dos semanas.

Tampoco, apuntó, es sustituto del lesionado Manu Valdivieso, sobre el que sí admitió que se le ha hecho una oferta para rescindir su contrato. "Nos gustaría que aceptara porque nos hemos portado muy bien con él asumiendo una lesión que no se produjo aquí, pero es que aún no tenemos una fecha para que pueda volver a jugar", resumió.