Nunca pudo ser más alegre una derrota para un equipo. Y es que los componentes de la AD Extremadura, al menos, salieron indemnes tras las amenazas que recibieron durante todo el partido por parte de Celso Pérez, entrenador del Villaverde, ahora con ficha de jugador y que fue expulsado en el partido de la primera vuelta en Cáceres.

Lo de menos ayer fue el resultado (5-4), a pesar de que los cacereños tuvieron opciones de puntuar, pero estaban más centrados en evitar incidentes que en abstraerse del ambiente provocado por el entrenador-jugador local, que llegó a amenazar a varios componentes del equipo cacereño en el descanso.

Finalmente, los extremeños salieron escoltados por la fuerza pública y no hubo que lamentar incidentes, aunque no es de recibo que en una competición nacional aún sucedan estas cosas.