Alcalá - 1: Rubén Martín (min. 25, Juancho); Juani, Joselu, Dani Torres, Villarejo; Nene, Oscar Quesada, Luis López (min. 10, Miguel Ramos), Tito; Iván García y Moya (min. 74, Roberto Izquierdo).

Cacereño - 0: Vargas; Cazorla, Roberto, Tomás, Julio; Estévez (min. 86, Chiqui), Lolo, Rocha, Dieguito (min. 74, Yannick Agro); Rai y Jurado (min. 61, Salva).

Gol: 1-0, min. 71: Oscar Quesada.

Arbitro: Bilbao Vizcaíno. Amarilla a Iván García, Oscar, Miguel Ramos, Juancho; Cazorla y Rocha. Expulsó al técnico local, Antonio Acosta (min. 73).

Incidencias: Municipal El Val. 600 espectadores. La recaudación integra del partido y aportaciones personales fueron destinadas a los damnificados por el terremoto de Haití. En total, 2.150 euros.

El Cacereño vio truncada su buena racha de resultados tras perder en el Municipal del Val de Alcalá de Henares ante un rival que sacó máximo rendimiento al solitario gol de cabeza de Oscar Quesada para alzarse con el triunfo. En el primero de los tres duelos consecutivos que les enfrentarán a equipos madrileños, los verdes no supieron aprovechar su dominio en la primera mitad y acabaron sucumbiendo en una segunda parte que no les perteneció. Tras esta derrota, el conjunto extremeño cae a la promoción de descenso.

El Cacereño se presentaba en tierras madrileñas después de un parón de quince días en la competición liguera por culpa de las condiciones meteorológicas adversas, en forma de nieve, que obligaron a suspender el partido que les enfrentaba al Puertollano hace una semana. Su rival en el día de ayer vivió algo parecido, aunque en este caso fue a domicilio, en el campo del Conquense. También tuvieron que aplazar el encuentro.

Ninguno de los equipos llegaba mal a esta cita, aunque los pupilos de Angel Marcos tenían la ventaja de ir por encima en la tabla. Y es que no conocían la derrota desde que perdieron en el Cerro del Espino de Majadahonda, ante el Atlético de Madrid B, a mediados de noviembre. Por aquel entonces, estaban en descenso, pero las cosas han cambiado a mejor, afortunadamente, y los resultados han empezado a acompañar, a pesar de este traspié. Es por eso que el objetivo del conjunto verde no era otro que el ganar a un rival directo por la permanencia, hacerse con el golaverage y, de paso, devolverle el resultado negativo de la ida, donde el Alcalá había vencido 0-1.

BUEN INICIO El cuadro visitante salió a por todas desde el inicio. Con una gran presión y con un buen toque de balón se apoderaron del centro del campo e incomodaron a los jugadores alcalaínos. En la primera mitad, salvo un par de llegadas al área contraria, sin demasiado peligro, los locales apenas hicieron nada destacable en ataque.

No es que hiciera mucho más el Cacereño de cara a portería, aunque sí que es cierto que probaron más a los cancerberos rojillos. Sí, cancerberos, en plural, porque ambos participaron en el choque. Y es que el titular, Rubén Martín, se tuvo que retirar en camilla después de un choque en la pugna por un balón con Rai. Juancho se encargó de darle el relevo en el minuto 25. Aunque menos aun duró sobre el campo su compañero Luis López, que sólo jugó los diez primeros minutos del partido. El mediocentro creativo del Alcalá tampoco pudo marcharse por su propio pie.

Pero al margen de los desafortunados contratiempos, cabe destacar alguna ocasión para cada equipo en este primer periodo. Por los madrileños, la más clara fue una en la que Miguel Ramos cruzó demasiado el cuero, que se marchó cerca del poste de la meta de Vargas. Los extremeños, por su parte, dispusieron de una doble oportunidad de gol al filo del intermedio. Rocha chutaba desde el interior del área y Juancho desbarataba la primera; el rechace iba a parar a Jurado, que también se encontraba con otra gran intervención del arquero local. Al descanso, por tanto, se llegaba con el 0-0 inicial.

Tras el paso por los vestuarios, la Deportiva le fue comiendo poco a poco el terreno al conjunto visitante a pesar de no variar en exceso su planteamiento. Los de Cáceres, sin ser inferiores a su adversario, habían perdido la batalla en el centro del campo a favor de los complutenses.

En el minuto 63, Miguel Ramos tuvo, de nuevo en sus botas, la opción de adelantar a los suyos en el marcador con otro buen disparo que, esta vez sí, llevaba marchamo de gol. Pero Vargas estaba bien situado y pudo repeler el tiro con los puños. Poco antes de esta acción, se reclamó un penalti a favor de los locales por una supuesta zancadilla de un defensor verde sobre el propio Miguel Ramos, aunque el árbitro se fio de su asistente para no señalar la pena máxima.

Angel Marcos no lo veía nada claro, por lo que empezó a mover el banquillo. El primero que pisó el césped fue Salva en sustitución de Jurado. Más tarde lo hicieron Yannick, uno de los fichajes invernales del Cacereño, que debutaba, y Chiqui.

GOLPE MORAL El único tanto del encuentro llegó en el minuto 71, cuando un centro desde la banda lo peinaba Moya sobre Oscar, quien cabeceaba el balón a la red ante la salida del portero del Cacereño. Suponía un mazazo para los jugadores visitantes, que veían cómo se les escapaba el único punto con el que contaban hasta el momento.

A pesar de que el Alcalá defendió a capa y espada el valioso gol de Oscar, los hombres de Angel Marcos lo intentaron a última hora con un remate de cabeza de Rai que se marchó fuera por poco. Al final, los madrileños volvieron a llevarse el gato al agua.