INTER DE MILAN: Toldo; Javier Zanetti, Córdoba, Samuel, Wome; Stankovic (Kily González, m.82), Verón, Cambiasso, César (Materazzi, m.69); Adriano y Recoba (Martins, m.28).

VILLARREAL: Viera; Javi Venta, Gonzalo, Peña, Sorin; Senna, César Arzo (Quique Alvarez, m.60); Román Riquelme, Calleja (Cazorla, m.87); José Mari (G. Franco, m.76) y Forlán.

GOLES: 0-1. Min.1: ; 1-1. Min.7: Adriano; 2-1. Min.54: Martins.

ARBITRO: Alain Sars, de Francia. Mostró cartulina amarilla a Recoba (m.28), Senna (m.33) y Verón (m.91).

La Cenicienta Villarreal, en su visita al Inter de Milán, se ha llevado una derrota (2-1), que frena su condición de imbatible en la Liga de Campeones, pero con un partido serio, sin perder la compostura y dejando en evidencia a un rival multimillonario pero con graves problemas de juego, se permite seguir soñando en una meta mayor.

El partido, en verdad, tuvo un inicio tan frenético como sorprendente: en apenas dos minutos llegó el gol del uruguayo Diego Forlán (apenas una cuarenta de segundos del inicio), tras recoger un rechace de Toldo a disparo de José Mari, que robó la cartera a Samuel y Córdoba; e, inmediatamente tras sacar de centro el Inter pudo empatar, en balón elevado por el brasileño Adriano sobre Viera, que sacó en la misma línea Javi Venta.

Pero la ventaja española duró poco. El Inter, con rabia y moviendo el balón con rapidez por banda derecha, donde Dejan Stankovic hacía del lesionado Figo, empezó a hacer muy pronto estragos en la defensa del Villarreal. En una de estas acciones encontró el empate, obra de Adriano (m.7), tras aprovecharse de un grave error en el despeje del boliviano Peña. El brasileño no anotaba en Liga de Campeones desde el pasado 6 de diciembre.

LUCHA ABIERTA Pasados unos minutos de agobio, el Villarreal empezó a tocar más el balón y con un Riquelme más activo, que empezó a ganar su particular duelo a distancia con Verón, se hizo propietario del esférico.

Todo cambió en el segundo tiempo, donde salió un Inter rabioso, con un Verón más protagonista y móvil y que dio más ritmo a su equipo incluso utilizando gestos gesticulantes con los brazos. Y nuevamente fue por la banda derecha del ataque interista por donde llegaron los males para el Villarreal.

EMOCION Ahí inició Stankovic una acción personal que, tras un centro-chut, permitió a Martins tocar el balón en el segundo palo y anotar el 2-1 (m.54).

Pero el mayor oxígeno estuvo a punto de aportarlo Riquelme (m.63) con un saque directo de falta que vio estrellarse el balón en el travesaño de la meta de un batido Toldo. No fue gol, pero sirvió para desacelerar al Inter.

Riquelme, apenas seis minutos después de su travesaño, pudo lograr la igualada, pero su disparo se perdió fuera por poco con otra vez Toldo ya batido.

La respuesta del técnico interista fue meter a Materazzi y quitar a un desapercibido brasileño César: pasaba a jugar con tres centrales, adelantando en banda las posiciones de Javier Zanetti y de Wome en el intento de romper por los laterales al rival.

El Villarreal no sólo no perdió la compostura ni su orden, sino que incluso puede recriminar al colegiado dos caídas dentro del área, una de Sorín en disputa con Córdoba (m.83) y la otra de Guille Franco con Materazzi que dejan más de una duda.

Al final, el Villarreal cayó en San Siro, dejó su condición de imbatible en la máxima competición continental, pero se lleva un resultado que le permite seguir soñando con alargar su proeza europea.