DIOCESANO: Jesús, Rubén (m. 76, Héctor), Juanma, Pérez, Paco, Moisés (m. 59, Germán), Onnais (min. 67, Diego), Manu, José Pedro, Jaime Vecino y Rubio (min. 59, Javi López).

REAL MADRID: Sergio, Fran, Mario, Jaime, Héctor, Miki, Carlos (min. 60, Cristian), Aleix (min. 83, León), Ismael Cerro (min. 64, Marcos), Enzo Zidane (min. 69, Javi) y Agoney.

GOL: 0-1-Min. 33: Ismael Cerro.

ARBITRO: Villa Maestre. Bien, sin problemas. Los jugadores le ayudaron. Mostró tarjetas amarillas al local Valentín y al visitante Héctor.

INCIDENCIAS: Partido de División de Honor juvenil. Gran ambiente.

Lógica cumplida: el irresistible Real Madrid, inmaculado en la División de Honor juvenil, en la que está arrasando a cuantos rivales se le ponen al paso, se llevó los tres puntos de Pinilla ante el Diocesano (0-1) en un encuentro en el que confirmó su jerarquía, pero en el que también terminó pidiendo la hora ante el entusiasta empuje local.

Fue, en realidad, una derrota dulce. El autor del tanto blanco fue un juvenil criado en los pechos del Dioce , que lo traspasó a la fábrica blanca hace un par de veranos. Ismael Cerro, el '9' blanco, es el capitán. Todo un orgullo para los colegiales, un lujo como jugador extremeño que lleve el brazalete en la fastuosa casa blanca . Isma hizo el tanto y pidió perdón. Cuando se lesionó, ya mediada la segunda parte, fue despedido con una gran ovación. Su comportamiento como futbolista y como persona le auguran un futuro grande.

El Madrid de Luis Miguel Ramis dominó al Diocesano de Adolfo Senso durante casi todo el choque. Con futbolistas de presencia física imponente y todos ellos de una gran técnica, movieron el balón a su antojo hasta el momento final. Allí se encontraron con una defensa firme y con un gran portero, Jesús. El monólogo fue lógico.

Con Cerro inscrustado como delantero centro, el juego del Madrid giró, y nunca mejor dicho, por las piernas de Enzo Zidane. Sí, el hijo del mago francés, el rey de la elegancia. Por supuesto que Enzo ha heredado esa técnica tan particular y tan exquisita del galo. Fue una delicia ver sus giros, observar sus pases al hueco, disfrutar de su fútbol celestial.

Los alrededor de mil espectacdores que presenciaron el choque se deleitaron con el Madrid, pero también con el juego serio del Diocesano. Muy bien parapetado atrás, apenas dispuso de oportunidades, pese al talento de Jaime Vecino y las cabalgadas de Onnais y Rubio y despuñés de Diego y Javi López en los extremos. En el centro, José Pedro batalló con crudeza contra dos centrales impecables e implacables, contra los que nunca pudo, pese a su ingente empeño.

El gol (min. 33) de Isma Cerro fue uno de los pocos lunares en defensa de los colegiales, pero es imposible controlar tanto talento junto durante 90 minutos de juego. El Diocesano dispuso de alguna opción en los minutos finales, pero no acertó. En cualquier caso, el espectáculo estuvo servido. Y tan contentos.