El público se quedó frío con la bocina: el Nissan Al-Qázeres Extremadura había perdido su teórica ‘final’ para la permanencia ante el Quesos El Pastor, pero el 50-53 del electrónico resultaba engañoso. ¿Por qué? Le permite conservar el average particular ante su oponente, lo que en la práctica le deja con dos victorias de ventaja sobre él a falta de cinco jornadas. El 64-67 de Zamora en la primera vuelta prevalece a favor del conjunto de Ricardo Vasconcelos, que coprotagonizó uno de esos partidos en los que la emotividad supera con creces al acierto.

No podía ser de otra manera, la verdad. La tensión fue tremenda durante toda la noche, con las diez protagonistas visiblemente agarrotadas por la responsabilidad. Hasta bien entrado el choque no se produjo el primer punto (un tiro libre local a los tres minutos y medio) y algo más hubo que esperar para la primera canasta en juego.

El drama sobrevoló toda la noche el Serrano Macayo. Al Al-Qázeres se le ensombreció el panorama cuando su mejor pieza, Jennie Simms, cometió muy pronto dos faltas personales y tuvo que sentarse. El Quesos El Pastor tenía claro que tenía que hacer daño desde el interior y Quinn Urbaniak-Dornstauder fue la encargada de ejecutar su superioridad de envergadura.

La diferencia al final del primer cuarto (7-15) se amplió a poco de iniciarse al segundo (7-20, minuto 13). Eran momentos de confusión y había serio peligro de ruptura.

Con la vuelta de Simms, especialmente acertada, y el espíritu entregado de Paula Ginzo y Laura Ferreira, no solo se evitó la escapada zamorana, sino que se revirtió por completo la tendencia. Interesaba un partido de ritmo, loco, en el que hubiese pocos balones en la zona. Y ese fue el camino para un parcial de 17-0 en medio del desconcierto creciente de las visitantes, que casi se tuvieron que ir contentas al vestuario con un 31-28.

El inicio del tercer cuarto volvió a ser trabadísimo, con las canastas produciéndose con cuentagotas. A pesar de que llegaron a ponerse por delante (33-35, min. 26), no llegaron a aprovecharlo demasiado las visitantes, algo menos desacertadas. Las cacereñas suelen manejarse mejor en el caos y de eso sacó partido Arica Carter, que llevaba un terrible 0/7 hasta que metió dos seguidas para devolver a las suyas la iniciativa. Una canasta absolutamente imposible de Laura Ferreira para encarar los últimos diez minutos pareció un augurio inmejorable (41-36, min. 30).

Fue un auténtico manicomio lo del tramo final. Acumular siete de ventaja (43-36, min. 31) no sirvió de nada para el Al-Qázeres, que concentró la poca energía que le quedaba en adelantar líneas y dificultar los saques de fondo del Quesos El Pastor.

En ataque, se le apagó la luz más allá de algún empujón de raza de Simms y Ginzo, agotadas ya a esas alturas como para pensar con claridad. Sin perder la fe, y dominando el rebote con la habitual suficiencia con la que lo hacen los rivales del Al-Qázeres, Zamora empató primero (46-46 a 4:25) y después llegó a tener ganado el average, lo que le hubiese dado mucha vida en la lucha por salvarse (48-53 a 35 segundos). Las extremeñas resolvieron bien entonces el dilema: ¿ir a ganar o buscar el ‘mal menor’ del -3? Simms anotó fríamente dos tiros libres y después se montó una gran defensa, dos momentos que pueden salvar la temporada.

AL-QÁZERES 50-53 ZAMORA

Marcador por cuartos: 7-15, 31-28 (descanso), 41-36 y 50-53 (final).

Árbitros: Albacete, Fernández y Martínez. Sin eliminadas.

Pabellón: Serrano Macayo.

Espectadores: 1.200.

Nissan Al-Qázeres: Bozica Mujovic (4), Arica Carter (4), Jennie Simms (12), Paula Ginzo (19), Miriam Forasté (2) -cinco inicial- Laura Ferreira (9), Julia Melina (0), Josefin Vesterberg (0).

Quesos El Pastor Zamora: Laura Cornelius (6), Brittany Mc Phee (9), Gala Mestres (3), Quinn Urbaniak-Dornstauder (21), Amy Nnenna Okonkwo (2) -cinco inicial- Marta Montoliu (0), María Felixova (0).