El recuerdo está más vivo que nunca en la memoria de todos. De los dos jugadores que quedan, Rudy y Marc Gasol. Y también de quienes lo siguieron por televisión en la distancia con cierta envidia. Los recuerdos del oro del 2006 en Saitama (Japón) regresan con fuerza a horas de que la selección vuelva a una final del Mundial, la penúltima gesta de un grupo único.

Nadie podía pensar que aquel título que coronó a los júniors de oro iba a ser el punto de partida de un maravilloso viaje que hoy vivirá otro episodio y al que aún no se le intuye final. Once medallas en los últimos 13 campeonatos (un título Mundial, tres títulos europeos, tres medallas olímpicas) avalan la trayectoria de un conjunto que ya está entre los mejores de la historia, haga lo que haga frente a Argentina (14.00 horas, Cuatro).

Curiosamente, en un guiño de la historia, estos dos mismos equipos se cruzaron también hace 13 años en Seitama, entonces en la semifinal. Nocioni tuvo en sus manos la victoria, un triple que escupió el aro y abrió paso a España hacia la final y el título.

El mensaje que sale del vestuario español es ambicioso. Nadie se conforma con la plata. Existe una absoluta determinación de completar el trabajo Desprende el grupo de Scariolo una confianza ciega en sus posibilidades, aunque también hay conciencia de las dificultades de la final. «Desde el primer momento, tenía buenas sensaciones con este equipo. Estamos aquí para ganar. Yo personalmente solo tenía un objetivo, que era ganar el campeonato y ahora está a un solo paso. Soñar a lo grande nadie te lo quita y los límites a veces nos lo ponemos nosotros mismos en la cabeza. Creo que ahora mismo en mi mente solo hay una cosa, que es el oro», afirma Ricky Rubio, firme candidato al título de MVP .

Medirse a Argentina será como reflejarse en un espejo, reconoce Scariolo. Cabeza y corazón forman parte del ADN de españoles y argentinos. Dos equipos que pelean y no bajan la guardia. Frente a frente estarán los dos equipos más sólidos y trabajados del campeonato, las dos mejores defensas, gente con experiencia en los momentos complicados.

Si España se ha enganchado al talento de Ricky y Gasol, a la clase y experiencia de Llull y Rudy, el equipo argentino camina por el torneo con dos brújulas que marcan el camino: Facu Campazzo, el base del Real Madrid, y el incombustible Luis Scola, aún determinante a sus 39 años.

Después de eliminar a Serbia y también a Francia, dos de los teóricos favoritos, no podría otorgarse la etiqueta de sorpresa a Argentina, que ha dado muestras de sobra de su pegada. «Cuanto más los vemos, más sube nuestra sensación de que será muy complicado», admitía Scariolo para analizar a su rival. «No han llegado aquí por casualidad. Han llegado con determinación, carácter, fuerza defensiva y optimización brutal de recursos ofensivos. Tenemos que estar preparados para un partido a cara de perro con momentos duros para jugar y con un final igualadísimo», subrayó.

En el análisis de los puntos fuertes de Argentina, Scariolo encuentra algunos en común. «Creo que ambos somos equipos en los que tenemos un gran jugador interior, predomina el juego de perímetro e intentamos jugar agresivamente. Pueden actuar con tres manejadores de balón. Hasta Deck cuando entra sabe generar desde el bote. Es un equipo con muchas armas para generar peligro. Y es uno de los mejores equipos defensivos de la competición», puntualizó.