Hamburgo será esta noche el escenario de la primera final de la Liga Europa (20.45 horas, Tele 5), un momento decisivo para el Atlético de Madrid que tiene la oportunidad de levantar un título continental 48 años después y que parte con el papel de favorito frente al sorprendente Fulham.

En una cita marcada por la nube de ceniza volcánica, ambos equipos afrontan 90 minutos definitivos, sin apenas margen de error y con el premio del trofeo para el ganador. Es un gran desafío para el Atlético. Desde hace catorce años, cuando el equipo festejó el doblete en la campaña 1995-96, el bloque rojiblanco no levanta un trofeo. Ni en España ni en Europa, donde la sequía, incluso, se alarga aún más en el tiempo: 48 años, desde la Recopa de 1962 ante el Fiorentina, al que ganó también en Alemania.

Desde entonces, ha jugado, y perdido, tres finales continentales, pero sobre todo ha vivido innumerables decepciones en las competiciones internacionales.

Ahora ha recuperado crédito en el continente. Eliminado en la fase de grupos de la Liga de Campeones, sin ninguna victoria, la Liga Europa le ha ofrecido un buen escaparte para reivindicarse contra rivales como Galatasaray, Sporting de Lisboa, Valencia y Liverpool, a los que dejó atrás en su camino hacia la final.

FAVORITO IMPREVISIBLE Y hoy espera el Fulham, el último obstáculo para el Atlético, que evita posicionarse como favorito en la final, pero que, por muchas cuestiones, plantilla, presupuesto o historia, aparece como el candidato más firme a la victoria en cualquier pronóstico, a pesar de ser imprevisible.

El entrenador Quique Sánchez Flores saldrá con todo. "Los partidos grandes hay que jugarlos a lo grande", ha reiterado el técnico en anteriores ocasiones, por lo que apostará por su once tipo en la Liga Europa, liderado en ataque por Agüero y Forlán.

Son dos futbolistas decisivos para el Atlético. El primero por su calidad, el segundo por su puntería goleadora, demostrada con los dos tantos que valieron la clasificación de su equipo en la ronda anterior ante el Liverpool. Por sus botas pasarán muchas de las opciones de victoria del equipo rojiblanco.

También por las de Reyes y Simao, los extremos del conjunto madrileño en la final de Hamburgo, en la que Quique también mantendrá su pareja habitual en el medio centro con Raúl García y Assuncao. Tampoco habrá novedades en defensa, donde el técnico recupera a Perea, que compartirá el centro de la zaga junto a Alvaro Domínguez, y situará a Ujfalusi y Antonio López como laterales, ni en la portería, donde es fijo De Gea.

Enfrente estará el Fulham, que encara la primera final de su historia con las máximas aspiraciones, tras una competición meritoria, en la que eliminó al Juventus o al propio Hamburgo para cruzarse hoy con los sueños del Atlético.