Las dinámicas marcan. Y mucho. En este momento de la temporada, la del Cacereño es muy mala en el grupo I de Segunda B, en tanto que la del Mérida y el Villanovense, en el IV, es óptima. Ayer, grave derrota de los propietarios del Príncipe Felipe (0-1) ante la Cultural Leonesa y triunfos muy saludables del Mérida en casa ante el Recreativo de Huelva (4-0) y del Villanovense ante el Linares a domicilio (1-2).

El Cacereño está en crisis. Acumula siete partidos sin ganar y, lo que es peor, cuatro encuentros consecutivos perdiendo como local. Ni los más viejos del lugar recuerdan tan nefasta estadística, y más teniendo en cuenta que el CPC se había aliado con su campo para acumular puntos. Pero los múltiples problemas están haciendo mella de manera peligrosa: el equipo está en caída libre y no reacciona.

Ayer, con muchas bajas y dos juveniles en la convocatoria, se tocó fondo. La afición mostró su enfado ante el entrenador, Angel Marcos y el máximo accionista, Antonio Martínez Doblas. El equipo ha entrado en una espiral envenenada. Aunque todavía sigue en puesto de promoción, los de atrás aprietan y suman. 25 puntos, los mismos que el Sporting B, y dos más que el Astorga, tres que el Peña Sport y cuatro sobre Compostela y Celta B.

Cierto es que el infortunio se ha cebado. Lo último, la ausencia de Collado, el punta firmado en el mercado de invierno, por fallecimiento de su abuela. Pero tampoco está Antonio Amaro, una de las referencias en ataque, entre otras ausencias. Pero esto es fútbol. No hay excusas.

Problemas ha tenido el Mérida (especialmente con la lesión de Troiteiro), pero el equipo que ha repuesto bien. Guiado por la puntería de Pedro Conde, ayer le endosó cuatro al decano. Con 32 puntos, el equipo de Antonio Gómez está en zona tranquila, pero no debe descuidarse. De todas maneras, las percepciones no pueden ser mejores.

El Villanovense, mientras, arrancó tres puntos de oro en Linarejos ante un rival directo en la pelea por la permanecia. Siguen los de Julio Cobos en puesto de promoción, pero esto ya es otra historia. Juanfran, con dos tantos, hizo de 'héroe'. Y todo se ve de otra manera.