El entrenador del Mónaco, Didier Deschamps, aseguró ayer que su equipo no se hubiera clasificado para la final sin la aportación que ha hecho Fernando Morientes tanto con sus goles como con su condición de líder en el grupo. "Naturalmente, los otros jugadores también son importantes, pero sin Morientes no estaríamos en la final, él hizo los goles claves en los partidos definitivos", dijo Deschamps. Destacó además cómo Morientes, pese a su experiencia y a sus títulos acumulados, llegó con humildad al Mónaco y se integró al grupo y se convirtió en un factor de identificación para muchos jugadores.

Mientras, el entrenador del Oporto, José Mourinho, aseguró que su equipo y el Mónaco están obligados a rendir tributo al buen fútbol. "No veo por qué haya que jugar mal para ganar una final. Los dos equipos no deben estar mañana pensando sólo en el resultado, sino precisamente por protagonizar una final que el mundo no esperaba, deberán rendirle tributo al buen fútbol", aseguró. "Nadie de los aquí presentes hubiera dicho al comienzo de la temporada que la final de la Liga de Campeones la iba a jugar el Mónaco contra el Oporto", dijo el entrenador portugués ante la prensa deportiva en Gelsenkirchen.