Ni en sus peores pesadillas había vislumbrado Ramón Calderón que el Madrid llegara el día 13 al Camp Nou en una situación tan desesperada. Decidido a mantener a Bernd Schuster a toda costa, el presidente blanco no ha tenido más remedio que plantearse el despido ante su actitud tras la derrota ante el Sevilla. En medio del profundo desconsuelo que produjo el nuevo descalabro, el técnico no tuvo mejor ocurrencia que decir que ganar en el Camp Nou es imposible, reforzando la sospecha de que intenta forzar su salida. Schuster sigue siendo el único paraguas que le queda a Calderón, pero en el Madrid todo está fuera de control.

Ni como estrategia para provocar la reacción del equipo resulta admisible la reacción del entrenador, que más bien parece querer quitarse de en medio provocando su destitución. Una solución que no pillaría por sorpresa a la plantilla, que en menos de un mes ha tenido que pedir explicaciones dos veces al entrenador. Lo hizo tras su absentismo en la eliminación de la Copa a cargo del Real Unión de Irún y repitió ayer en el vestuario de la ciudad deportiva de Valdebebas mientras en las alturas del club se optaba por dar la callada por respuesta.

SIN CONSTANCIA OFICIAL. Si ayer se produjo algún contacto entre la presidencia del club o la dirección deportiva con el entrenador no hubo constancia oficial, lo que no significa que Schuster tenga garantizada su continuidad de aquí al sábado. Es más, en la página web del Real Madrid ni se recogieron sus manifestaciones más llamativas tras el partido contra el Sevilla. Nada de la imposibilidad de ganar en el Camp Nou. Solo que el Madrid va a ir "a hacer un buen papel".

Si lo que Schuster dijo es lo que de verdad piensa, los jugadores tienen que haber dejado de creer en él definitivamente. Si no, también.

Para empezar, Raúl tuvo ayer el detalle de no esconderse y aclarar en rueda de prensa que la opinión del técnico alemán es justo la contraria y que sí piensa en poder ganar.

DIARRA, KO. Mientras, la lesión de Diarra es mucho más grave de lo diagnosticado en principio y estará apartado de los terrenos de juego de seis a nueve meses, confirmaron los servicios médicos. Mijatovic se ha puesto ahora manos a la obra para contratar un medio centro defensivo.

Por su parte, Drenthe se sumó ayer al capítulo de dudas de Schuster de cara al encuentro del Camp Nou tras retirarse ayer con molestias en la rodilla derecha. En principio se habla de que puede ser utilizado como marcador de Messi, pero su entrenador no confía en su capacidad defensiva, por lo que es probable que Sergio Ramos sea desplazado al lateral izquierdo, con lo que Metzelder, recién recuperado y sin ritmo, entraría en el centro para acompañar a Cannavaro. El holandés Sneijder, por otro lado, tiene posibilidades.