Los partidos de las selecciones autonómicas, que se han convertido en casi una tradición navideña, tuvieron ayer algo más de contenido que la habitual reivindicación política.

En Sevilla, 20.000 espectadores se dieron cita en el Estadio Olímpico de La Cartuja, para participar de la fiesta por la paz, que se organizó con motivo del partido amistoso entre la selección andaluza de fútbol y un combinado de jugadores palestinos e israelíes, dos pueblos que desde hace años tienen muchas controversias políticas y sociales que han derivado en un conflicto bélico. Al final hubo una victoria clara de Andalucía (3-1), pero el resultado era lo de menos.

La señal de televisión fue enviada a muchos países con una audiencia potencial de 500 millones de espectadores.

Asistió el viceprimer ministro de Israel y Premio Nobel de la Paz, Simon Peres, y también, por parte de la Autoridad Palestina y con el apoyo expreso del presidente Mahmud Abbás, varios de sus ministros y el general Jabril.

En los prolegómenos del choque se produjo la actuación de la cantante israelí Noa, quien antes leyó un comunicado en el que invitó a la paz. El saque de honor corrió a cargo del exfutbolista francés y ahora aspirante a la presidencia de la UEFA, Michel Platini. 1.500 niños formaron antes del encuentro la palabra paz sobre el campo.

Clemente en San Mamés

En Bilbao muchas miradas se centraron en Javier Clemente, ahora seleccionador de Serbia, que se medía a Euskadi. Los vascos, dirigidos por Angel Iribar, golearon con facilidad (4-0) con tantos de Yeste, Urzaiz, Sarriegi y Uranga.

Menos interés tuvo el 3-1 entre la Comunidad Valenciana y Perú en Elche. El Valencia no permitió acudir a sus estrellas.