Una de ellas trabaja en la sección de perfumería de una gran superficie comercial. La otra es peluquera. En común, muy en común, coinciden en que son unas muy apasionadas ciclistas. Ahí dan rienda suelta a esa ilusión, siempre grande. Como ellas mismas asumen, el deporte ejerce, a veces, de válvula de escape. Se divierten, y no poco, Tamara Sánchez Cardoso (Montijo, 18 de noviembre de 1982) y Desireé Castro Millán (qué casualidad, nació el mismo día que su compañera, pero justo un año después, en Llerena). Son las mujeres del Extremadura Ecopilas, la escuadra de mountain bike con la que ya han conseguido su primer éxito: el pasado fin de semana terminaron terceras en la prestigiosa Algarve Bike portuguesa.

«El deporte me da la chispa o la acción necesaria que le falta al día a día, pero por otro lado, después de practicarlo, me da calma y libertad», dice Desi Castro. «Para mí lo es todo, es una burbuja de oxígeno.Cuando pasas un mal día o tienes algún problema, es como mi lugar de confort donde me evado», apunta, en tono entusiasta e inexcusiblemente motivante Tamara Sánchez.

¿Merece la pena? «El esfuerzo no es obligatorio. Por eso merece la pena. Nadie te lo exige, solo tú mismo. Yo entreno mi cuerpo 10 o 15 horas a la semana,pero mi cabeza está activa las 24 horas del día», dice la montijana. «A mí me encanta ese esfuerzo. Cuando haces una de las cosas que más te gusta el esfuerzo es recompensa. Entreno casi todos los días y depende, de dos hasta 4-5 horas», acota mientras la llerenense.

NADA DE PRESIÓN / Forman parte de un equipo ciclista en el que, a tenor de sus respuestas, están en plenitud, motivadas y sin presión. «No es cuestión de responder hasta dónde quieren llegar en el Extremadura Ecopilas, más bien hasta dónde quiero llegar yo. Nunca me han dicho que tengo que ganar, siempre me han comentado que haga lo que me apetezca, pero es evidente que si entreno en un equipo profesional es para ir a por todas», apunta la peluquera.

Tamara Sánchez expone sus aspiraciones. «En el Extremadura Ecopilas quiero estar siempre que esté dando cosas positivas, como cada uno de los que se encuentran en esta gran familia aportan para mí. Me gustaría seguir corriendo en parejas con mi par, es una gran líder y creo que puede sacar mucho más de mí. Además, tenemos muchas cosas en común... muchas, muchas», asegura distendidamente la corredora extremeña.

Desi Castro zanja rápidamente la cuestión cuando se le cuestiona sobre qué es lo más difícil de su deporte. «¡Ganar, jajajaja!», dice contundente, en tanto que su compañera de filas es un poco más banal, pero no menos explícita: «lo más complicado es ponerse la ropa de faena, ya sea la hora que sea».

SIN MACHISMO / ¿Hay machismo en el mountain bike? ¿Han tenido algún tipo de desconsideración en alguna prueba o entrenamiento por el hecho de ser mujeres? «Cada vez menos, pero sí que de vez en cuando te sorprendes con alguna que otra cosa», apunta Desi. Mientras, Tamara desarrolla: «a mí no me ha sucedido nada, claro que se habrá dado algún caso, supongo. Yo personalmente no me puedo quejar de los chicos con los que entreno, coincido o compito, porque en ese sentido lo único que hacen siempre es intentar ayudar», afirma, para añadir: «además, alguna vez que me he encontrado a alguien por el monte e iba solo, me han invitado a unirme a ellos. Conmigo los chicos siempre positivos».

Sobre la posibilidad de ser profesionales, Desi Castro apunta que «bueno... ya tengo una edad en la que serlo quedó lejos, me quedo con intentar superarme cada día y ser mejor». Por su parte, Tamara aduce a esa posibilidad en el caso de que se diera: «sí, claro. Al final es lo que te gusta y en lo que está en tu cabeza todo el día».

¿Tienen referentes? Tamara es más global: «el mí en el deporte es el Equipo, con mayúsculas. Solo tienes que mirar a cada uno de ellos para darte cuenta de todo lo que te aportan cada día», Desi sí da un nombre. «Tengo muchas ‘ídolas’, pero sin duda como referente e ídolo me quedo con Pedro Romero» y desarrolla enarbolando su particular bandera con la argumentación: «he vivido día a día sus entrenamientos, esfuerzo, constancia, el querer ser mejor, no pasar un día por alto sus entrenos, pufff... podría decir mil cosas más. Es un profesional de los pies a la cabeza».

Cuestionadas sobre qué les podrían decir a los que se quieran dedicar al ciclismo, ambas son claras en sus respectivas exposiciones. Desi comenta: «les comentaría que trabajen duro para conseguirlo, pero si realmente es lo que quieren lo conseguirán». Tamara pone de referencia, esta vez, a alguien cercano. «Yo le diría lo que me dice Raúl, mi marido, todos los días: ‘haz lo que te haga feliz, pero hazlo disfrutando, ya que si no, el esfuerzo no merece la pena».

EN EQUIPO / A la hora de contar alguna anécdota de estos años en el mountain bike, la montijana Tamara se refiere a la última. «Cuando vas muerta que crees que no puedes más y te encuentras a un ‘baterías’ en la mitad del monte, que te da un subidón que te lleva casi a meta». La llerenense Desi es más genérica: «tengo muchas anécdotas, pero las mejores son con el equipo y las convivencias antes de las carreras, que te lo pasas muy bien y hacemos un buen grupo, cada uno con sus años».

El pasado fin de semana lograron el primer éxito de la temporada en la exigente cita portuguesa. ¿Lo esperaban? «Sinceramente, nunca lo esperas, peor yo salgo a conseguirlo siempre. Estamos muy contentas con ese podio», dice la llerenense. La montijana asegura que no pensaba en el éxito. «Yo iba muy motivada, con ganas de darlo todo, pero no creía que las cosas fuesen tan bien. Además, aprendí muchísimo de Desi y creo que todo es mejorable». Su entusiasmo es evidente, y su manera de responder la retrata: «tengo que agradecer a todo mi equipo todo lo que me aportan y me motivan (todos, todos) y a todas las personas que hacen mi día a día».

Palabra de Desi. Palabra de Tamara. Palabra de ciclistas. Palabra de mujeres sobradamente motivadas para el disfrute.