Lance Armstrong, camino de los 40 años, se enfrenta a un reto mucho más importante que los Ironman con los que quiere continuar practicando deporte de altura después de que ayer se despidiera, de una forma esta vez ya definitiva, del ciclismo profesional, en la última etapa del Tour Down Under, la vuelta ciclista a Australia. La FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos) de Estados Unidos ha colocado a su mejor investigador, el agente Jeff Novitzky, el mismo cuyas pesquisas fueron determinantes para que Marion Jones acabara en la cárcel, para resolver si el siete veces vencedor del Tour apostó por el dopaje entre 1999 y el 2004, periodo en el que se encontraba patrocinado con dinero público del Tesoro estadounidense.

Durante esos años, como jefe de filas del US Postal, el servicio estatal de correos en EEUU, Armstrong ganó seis de los siete Tours. Su equipo recibió de las arcas públicas un total de 30 millones de euros. El agente Novitzky debe probar que Armstrong utilizó parte de este dinero en adquirir medicamentos prohibidos en la práctica deportiva. Si la investigación confirma este dato, Armstrong deberá responder en su país a los cargos de conspiración, fraude, electrónico, lavado de dinero, extorsión, tráfico de drogas, así como de defraudar al Gobierno. Los delitos, si se demuestran --Armstrong los rechaza categóricamente, a través de sus abogados--, acarrean prisión en Estados Unidos.

Novitzky dirigió la operación en la que los carabineros registraron en otoño pasado la casa que el ciclista ucraniano Yaroslav Popovych, gregario de Armstrong en su último equipo, el Radio Schack, posee en la Toscana italiana. El corredor acompañó a los funcionarios, a través de unos olivares, hasta un escondite, cerca del cementerio, donde Popovych guardaba fármacos, documentación y sobre todo correos electrónicos en los que se establecía la relación de Armstrong con el especialista italiano Michele Ferrari, investigado por administrar EPO a deportistas.

DUDAS Esta semana la revista Sports Illustrated ha publicado un comprometedor reportaje en el que acusa al tejano de haber dado positivo en tres ocasiones con anterioridad a enfermar de cáncer (se le detectó la dolencia en octubre de 1996), controles que fueron tapados por la USADA (la agencia antidopaje estadounidense); de haber utilizado EPO durante la temporada 1995, de usar un medicamento experimental y un anabolizante en el año 2005 y de saltarse los controles aduaneros en los aeropuertos europeos gracias a emplear su jet privado para desplazarse a las carreras y las concentraciones con medicación a bordo.

Curiosamente, la mayoría de testigos de cargo son personas que gozaron de la confianza de Armstrong, pero que, por diversas causas, rompieron de forma dramática la relación con el tejano. Así, la revista aporta el testimonio de Mike Anderson, mecánico que demandó al tejano en el 2005 por no cumplir la supuesta promesa de ayudarlo económicamente en el montaje de una tienda de bicis. En la primavera del 2004, según el relato de Anderson, Armstrong lo envió a su casa de Girona para que recogiera los enseres de su exesposa Kristin, antes de que su entonces novia, Sheryl Crown, se instalara en la vivienda. Anderson encontró en el baño gerundense una caja, aparentemente de medicamentos, con la inscripción Andro, que el agente Novitzky atribuye al anabolizante androsterona, un esteroide que admitió haber tomado durante su carrera deportiva el beísbolista Mark McGwire, una de las grandes estrellas de este deporte.

"Descubrir esa caja fue como encontrar la prueba de que Papá Nöel no existía", declaró Anderson, que también explica que Armstrong abandonó precipitadamente el rancho de Texas cuando constató que inspectores de la agencia antidopaje estadounidense llamaban a su puerta para un control por sorpresa.

Otro testimonio comprometido es el del exciclista neozelandés Stephen Swart, su gregario en el Motorola. Mantiene que Armstrong, decepcionado por el rendimiento del equipo en marzo de 1995, sugirió a los ciclistas que empezaran a tomar EPO. "El fue el instigador. Sus palabras nos empujaron a hacerlo".