A estas alturas de la pasada temporada, nadie se cuestionaba que algún equipo pudiera hacerle sombra a Los Angeles Lakers, que se había reforzado con los fichajes de Karl Malone y Gary Payton y presentaba una nómina repleta de estrellas. Pues bien, Detroit Pistons lo hizo, sobre todo gracias al trabajo del técnico Larry Brown, elegido después para liderar al equipo de EEUU en Atenas. El descalabro sufrido por EEUU en los Juegos le hizo replantearse el futuro a Brown, que ya planeaba su retirada. "Aún no he superado lo de Atenas", dice. Para conseguirlo, intentará llevar a los Pistons a un segundo título consecutivo en un campeonato que ha sufrido una profunda reestructuración (ver gráfico).