"Fue bonito mientras duró". La expresión de muchos de los aficionados placentinos era la viva imagen de los momentos posteriores al último partido del Plasencia en la temporada. Ocurría en la cancha del pabellón jerteño, que fue testigo de la decepción, pero al mismo tiempo del orgullo de todos.

El sentimiento agridulce quedaba en los miles de placentinos que habían asistido al quinto encuentro del play off de ascenso. Los fieles se agolpaban en las puertas de los vestuarios para aclamar a los ídolos, aunque éstos tardaron en salir, sin duda asumiendo la pesadumbre y con el regusto de la excelente temporada. El propio entrenador, Dani García, así lo expresaba: "Si allá por el mes de agosto nos dicen que hemos llegado aquí, nos hubiéramos reído a carcajadas". Los placentinos, mientras, pedían a directiva, técnicos y jugadores, aparte de la felicitación por la temporada, solicitaban un año tan mágico como éste para el próximo ejercicio, en el que ya se piensa.

Renovaciones

Varios jugadores de la plantilla tienen la renovación encima de la mesa, con la excepción lógica de Guillém Rubio, que vuelve a su equipo de ACB, el Manresa, que ya le ha confirmado que cuenta con él para la próxima campaña. El catalán se ha revalorizado especialmente.

El problema ahora para la directiva que preside Antonio Martín Oncina es precisamente ése: la excepcional campaña ha hecho que varios de los baloncestistas tengan ahora un caché muy superior e incluso alguno de ellos, como Gianella, puede ir a la ACB, después de que esta misma temporada haya sido tocado por varios clubs.

La incógnita serán también los dos jugadores norteamericanos, Owens y Stewart. Ambos tienen un gran cartel en la LEB y seguro que tendrán sus ofertas y tendrán que sopesarlas.