El liderato de la Liga y la renovación de Iniesta. El epílogo del 2013 se acerca a lo soñado por los culés, que contemplan con satisfacción que la vida sigue más o menos igual de unos años a esta parte. A pesar de episodios puntuales que alteran el pulso en el Camp Nou, el equipo traza una línea de continuidad estable: son ya 55 semanas con el Barça sin moverse de la cima de la tabla y uno de los destacados artífices de la mejor etapa deportiva garantiza su permanencia por cinco temporadas más, hasta el 2018.

El anuncio de la renovación de Iniesta fue la única noticia positiva de la pasada semana. Ayer se consumó mediante la firma del contrato, aunque el acuerdo estaba garantizado desde el mismo momento en que el centrocampista estrechó la mano de Sandro Rosell. Los dos se reencontraron ayer en el despacho del presidente, junto a Andoni Zubizarreta, el director deportivo, y Josep Maria Bartomeu, el vicepresidente deportivo, más los padres y la hija de Iniesta.

"Hoy es un día mágico", confesó el interior manchego, porque daba un paso más en su deseo de concluir su carrera en el Barça, adonde llegó hace 17 años procedente de Fuentealbilla. Tenía 12 cuando se puso por primera vez la camiseta azulgrana y tendrá 34 cuando se la quite, en el 2018. A no ser que entonces firme otra renovación. La siguientes prolongaciones del contrato dependerán del rendimiento del jugador en función de los partidos disputados.

"No quiero mirar el final del contrato, sino ahora. Me quedan años para seguir al nivel que exige este club", cuya principal "motivación" consiste en tener salud, jugar y "ganar títulos". Aunque el Barça se haya instalado en el liderato desde hace un año y medio, muy pocas veces se ha visto tan amenazado como ahora. Y no por el Madrid, sino por el Atlético. El cuadro colchonero exigió a los azulgranas que marcaran dos goles en Getafe o que vencieran por una diferencia de dos sumar la 55 jornada consecutiva en cabeza. La dificultad se multiplicó de forma exponencial cuando el equipo encajó dos goles en los primeros 14 minutos. Pedro gestó la hazaña al darle la vuelta al marcador en apenas ocho minutos.

El panorama se aclarará en enero con las reapariciones de Valdés, Messi, Xavi y Neymar, ausentes el domingo, junto con Puyol. "Entonces seremos más fuertes", aseguró. Iniesta tuvo que portar el brazalete ante tanta ausencia en Getafe y ayer se puso una americana para acudir a las oficinas del Camp Nou.