Más de Mérida que la Mártir. Más romano que el Templo Diana. Diego Merino correteó en su infancia por la calle Santa Eulalia. El actual entrenador del conjunto de la capital extremeña vivirá con más pasión de lo habitual su primer derbi ante el eterno rival pecholata, el Badajoz. Un partido diferente.

Merino pasará a la historia del Mérida AD por ser el primer técnico emeritense de nacimiento en dirigir a su equipo frente al CD Badajoz. Bernardo Plaza, otro emeritense de cuna, lo hizo pero ante al UD Badajoz. Por esto y porque solo lleva dos partidos dirigiendo a los pecholatas, Merino será el novato del derbi.

«Vamos a obligar al Badajoz a hacer las cosas muy, pero que muy bien si quieren sacar los tres puntos. Plantearemos un partido muy competitivo en el Nuevo Vivero», advierte. El mensaje velado es claro: no den por muerto al Mérida. Y en eso anda el preparador extremeño, en resucitar a una plantilla bloqueada mentalmente y en puestos de descenso.

No llega el Mérida con la moral ni los puntos por las nubes. Es penúltimo y visita el Nuevo Vivero. «Vamos a salir allí con la idea que tenemos. No vamos a cambiar. Está claro que es un partido especial para todos y que son un grandísimo equipo, pero tengo la confianza y la convicción de que podemos ser un equipo muy competitivo», dice.

Trabajador incansable

«Somos un equipo que se encuentra en fase de construcción, tenemos un gran margen de mejora en ciertos aspectos del juego que nos harán más competitivos», explica el entrenador, mientras visiona vídeos en su oficina en el Romano. Un trabajador minucioso, metódico y sin reloj en sus horas de faena.

«Dedicamos la vida a esto. Salvo un ratito al día que me gusta practicar deporte para desconectar, el resto del tiempo lo dedico al Mérida. A parte que es algo que me encanta y que he hecho en todos los sitios donde he estado, el momento lo necesita y tengo muchísima ilusión por sacar esto adelante», reconoce Merino.

No le da miedo el futuro, ni respeto pronosticar la salvación de su equipo en octubre. «Estoy seguro de ello, para mí no es complicado responder esta pregunta, en la jornada 38 estaremos fuera del descenso y lo digo porque estoy convencido de ello», responde tajante. Un técnico transparente ante sus jugadores y también ante los medios de comunicación.

Tras su paso exitoso por Navalmoral de la Mata, Merino se quedó en paro. «He estado para los perros estos tres meses, no he tenido vacaciones porque no las he querido tener ya que no las iba a disfrutar. Me alegro de haber esperado para estar en el Mérida, porque he tenido bastantes ofertas, pero quería un proyecto como este», explica.

Un técnico feliz en su hábitat natural: el banquillo del Mérida. Del club de su ciudad natal. Merino será el novato en el derbi del próximo domingo ante el Badajoz, pero con mucha experiencia a pesar de su juventud. Un partido especial para él y para todo el fútbol regional.