Dos ojos extremeños han vivido muy de cerca la cuarta Davis española. Son los del cacereño Diego Mostazo, vicepresidente de análisis y desarrollo de la Federación Española y presidente de la Extremeña, al que se le podía ver ayer en la celebración en el vestuario haciendo fotos para la posteridad. También ha estado arriba y abajo en el Sant Jordi, lo mismo en el palco que a pie de pista o en la grada, saludando a los muchos extremeños que han viajado a Barcelona para seguir un acontecimiento histórico. Aficionados de Badajoz, Plasencia, Orellana y Jerez, por poner cuatro ejemplos, se han dejado notar.

"La verdad es que ha sido un privilegio y un honor. Hemos disfrutado todos mucho porque ha sido un espectáculo y hemos arrasado", cuenta Mostazo a este diario. Tiene la voz cansada de tanto subir y bajar, pero es un agotamiento gozoso. Hoy formará parte de la delegación española que será recibida por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

"Ha salido todo muy bien, tanto en cuanto a organización como el funcionamiento del equipo en sí. Se ha mejorado el clima de relaciones entre los jugadores y la federación, aunque antes no era tan malo como se decía. Pero sí que se han limado muchas cosas", afirma el directivo. En su opinión, ganar cuatro Copa Davis en nueve años es algo "irrepetible" de lo que hay que disfrutar.

Mostazo se ocupa en la federación nacional de la coordinación entre la junta directiva y la comisión permanente y del análisis de los nuevos proyectos que llegan constantemente. Es hombre de confianza de José Luis Escañuela, el hombre que sustituyó al polémico Pedro Muñoz.

¿Sede extremeña?

Uno de sus sueños es traer una eliminatoria de Copa Davis a Extremadura. Suena difícil, pero estuvo cerca de conseguirse en la reciente semifinal ante Israel, que finalmente fue a Murcia, y es lícito preguntarse que si las selecciones españolas de fútbol, baloncesto y balonmano han jugado ya en la región, por qué no puede hacerlo la de tenis. "Es complicado, pero vamos a seguir intentándolo. Se necesitan muchos apoyos", aventura el presidente de la territorial extremeña, que sin embargo antepone en su gestión "conseguir más infraestructuras" para que el tenis siga mejorando.

Quizás dentro de unos años haya un tenista extremeño de Copa Davis. El montijano Alberto Barroso, de 14 años, es probablemente el mejor español de su edad, pero tampoco hay que meterle más presión adicional en su azaroso camino hacia el mundo profesional. "No soy objetivo con él, pero es un gran chico y todo el mundo dice que puede hacer grandes cosas", apostilla Mostazo.