Un grupo de siete jóvenes y tres técnicos en alpinismo, participantes en el Plan Extremeño de Tecnificación en Alpinismo (PETA) viajarán este verano a Perú, entre el 15 de julio y el 15 de agosto, donde intentarán ascender picos de hasta 7.000 metros, indicó ayer uno de los uno de los integrantes de la expedición, Alberto García.

Pretenden escalar picos como el Huascarán, Nevado Pisco, Alpamayo, "considerada por muchos como la montaña más bonita del mundo", y Chopicalqui, aunque todo dependerá del estado en el que se encuentren.

Ha señalado que "la montaña es muy caprichosa y, si tenemos en cuenta que un campo de fútbol si no está en buenas condiciones no sirve para jugar, imagináos lo que ocurre con una montaña, un medio muy hostil".

García explicó que se pueden encontrar con muchas dificultades que impidan el ascenso como "que haya mucha nieve y tengas que ir abriendo huellas con la rodilla, o que te encuentres con un tramo vertical de hielo o con el derrumbe de piedras, así que lo mismo vamos y la montaña no nos da la oportunidad de alcanzar su cumbre".

El grupo intentará lograr el reto que no consiguió otro grupo de alpinistas de la región hace 25 años, que no lograron alcanzar el pico de Huascarán.