FORMA CACERES: Mario, Bole, Sierra, Barroso, Oscar Sánchez --equipo inicial-- César Serrano, Luis Figue, Salguero, Sergio y Luisfer.
VELADA: Jesús, Aure, Churrero, Franki, Julio --equipo inicial-- Pica, Aruna y Oli.
GOLES: 1-0: min. 1, Oscar Sánchez. 2-0: min. 1, Bole. 2-1: min. 9, Oli. 3-1: min. 13, Bole. 4-1: min. 17, Sierra. 4-2: min. 23, Aruna. 4-3: min. 26, Franki. 4-4: min. 28, Churrero.
ARBITROS: Fernández Alvarez y Soto Huaman (Colegio madrileño). Sin tarjetas.
INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la jornada decimoséptima del grupo IV de Primer División Nacional ´A´.
El Forma Cáceres continuará una semana más de líder, a pesar de pinchar ayer en casa ante el Velada. Los cacereños no fueron capaces de pasar del empate (4-4), aunque su rival más directo en la pugna por el ascenso, el Villarrobledo, tampoco fue capaz de sacar una victoria que le hubiera aupado a lo más alto en detrimento de los cacereños. El Villarrobledo empató a tres ante el Alcázar.
El cuadro de Antonio Salguero, técnico local, echó en falta a dos de sus valores más significativos, Masa y Bareta, ambos lesionados. A pesar del handicap, los cacereños tuvieron el partido de cara, especialmente en la primera parte, marchando al descanso con 4-1. Sin embargo la segunda mitad, tuvo un guión bien distinto y los locales, visto el desarrollo sobre el parquet, no deberían hacer demasiados ascos de ese punto amarrado.
El arranque del partido fue fulgurante. Dos tantos del Forma en 39 segundos invitaban a imaginar un partido sin mucha historia. Oscar Sánchez, primero, y Bole, diez segundos después, ponían el 2-0 cuando los espectadores aún estaban acomodándose en sus asientos.
Como era previsible el ciclón cacereño frenó en los siguientes minutos e incluso el Velada se acercaría con tanto de Oli en el minuto 9. Bole y Sierra volverían a poner tierra de por medio para los de Salguero y el descanso llegaría en medio del optimismo.
El segundo tiempo traería la emoción, puesto que el Velada cambió la estrategia y ya no presionaba tan arriba. El Forma se ahogaba a la hora acercarse a la meta rival y los visitantes se volvían realmente peligrosos en sus salidas con velocidad. Mario encajó tres dianas y con sus intervenciones todavía evitó que la sangría fuera mayor.
