Los jóvenes participantes en las finales del Torneo Javi Sánchez ayer en el pabellón Multiusos de Cáceres entendieron la presión que existe en el deporte en determinadas circunstancias. Da igual la edad, la categoría o el premio. Jugar en una final, hacerlo delante de sus padres y de un jugador histórico del fútbol sala a nivel mundial y que además da nombre a la propia competición en la que participas genera más taquicardias que jugarse la final de la Eurocopa de fútbol en los penaltis (por aquello de poner un ejemplo de radiante actualidad).

Pero los nervios no mermaron la calidad. Los diez equipos que tuvieron el privilegio de llegar a las finales del torneo ofrecieron un fútbol sala de quilates y que invita a pensar en un futuro esperanzador para este deporte en la comunidad.

Javi Sánchez siguió in situ el progreso que ha tenido este deporte en los últimos años. Con él estuvieron el presidente del Forma Cáceres 2016, Fermín Naranjo, y dos personajes claves sobre los que gira el futuro del club local de fútbol, el Cacereño. Pedro Rocha, que aún sopesa asumir la presidencia del club verde, y Angel Marcos, director general del renacido proyecto, entregaron algunos de los trofeos. Especialmente bien le supo a Marcos entregar la copa de ganador al Cacereño en categoría cadete (4-1, frente al Diocesano). En prebenjamines, el Veracruz ganó al Diocesano por 7-2; en benjamín, ganó el Diocesano al Virgen del Prado por 13-0; en alevines el Diocesano C superó al A por 3-4; y en infantil decidieron los penaltis a favor del Dioce ante el Don Benito.