Era un derbi local entre un equipo de Tercera (Diocesano) y otro recién ascendido de la Primera extremeña (Cáceres CF). El resultado fue abultado (9-3 para los que hacían de locales), pero el guarismo fue un tanto engañoso, ya que al final del primer tiempo el marcador era de 3-3.

Sin embargo, lo menos habitual fue ver cómo la organización del amistoso en el Manuel Sánchez Delgado se afanó para que todo saliera de la mejor manera. Y para ello todo estaba preparado a favor de que se cumpliera el protocolo sanitario:hubo gel hidroalcohólico a la entrada, toma de temperatura, formulario de localización... todo lo que se requiere.

El público estuvo perfectamente separado en la grada. La Federación Extremeña de Fútbol ha marcado escrupulosamente esa separación en la tribuna.

Al recinto deportivo asistieron alrededor de un centenar de personas, justo la mitad de lo que se permite al Diocesano congregar en el escenario de los partidos, tanto oficiales como amistosos como el de este sábado. El propio presidente del club colegial, Alfonso Abreu, ha informado que ya tienen prácticamente cubierto lo que se les exige con los carnets de simpatizante que se han calculado.

En lo estrictamente futbolístico resaltar la garra del Cáceres y su proyecto y también la clase del local Javi González, clave en la diferencia. A destacar también el debut de los jovencísimo talentos como el montanchego Jorge Sánchez (15 años) y el cacereño Carlos Fernández, de 16 años, entre otros canteranos.