TALAVERA - 1: Zarco, Arturo Galán, Alberto Torre, Mikel (Peque, min. 72), Adeva, Chilla (Gugu, min. 59), Iván Martín (Sergi, min. 75), Julián (Escoredo, min. 59), José, Iván Sánchez, Alvaro Gómez.

DIOCESANO - 0: Juanfran, David, Juanma, Sergio, Juanlu, Moisés (Carlos, min. 77)Onnais (Javichu, min. 87), Manu, Villalba, Joselu (Javi Casero, min. 65), Leandro (José Pedro, min. 77).

GOL: 1-0: min. 70, Adeva, de penalti.

ARBITRO: Fernández Manzaneque, que amonestó a los visitantes David, Juanma y Sergio.

INCIDENCIAS: Vigesimoprimera jornada del grupo V de División de Honor de Juveniles.

Partido de alta tensión el disputado en la matinal de ayer entre el Talavera y el Diocesano (1-0), dos equipos con deseos de dejar atrás a un directo rival y de poner tierra de por medio con los puestos de descenso. Esa tensión se palpaba en el encuentro, más bien choque, visto lo visto en cada encontronazo y cada balón dividido. El premio final se lo quedaron los de casa, que con los tres puntos toman una ligera ventaja respecto al descenso, algo que el Diocesano ve cada vez más cerca. Solo dos puntos le separan del abismo, aunque en las nueve jornadas que restan hay tiempo suficiente para reaccionar. Pero sin despistes.

La primera mitad fue de color rojo. A pesar de jugar en casa, el cuadro talaverano tenía sus lagunas, apreciables, en defensa, donde los del Dioce entraban con cierta facilidad. Les costaba a los de Morón cerrar la puerta y los visitantes cogían la espalda con peligro. Las mejores ocasiones fueron de los visitantes, pero perdonaron. Juanlu peinó una falta pero no desvió suficientemente la trayectoria de la pelota y Zarco se hizo con ella. Aunque la más clara estuvo en las botas de Leandro, que no supo aprovechar una buena arrancada de Villalba, pero Zarco resolvió lo que parecía un gol claro. Con el paso de los minutos, el choque fue cada vez más del Diocesano, pero dejó, tras el descanso, comerse el terreno.

Los azulones salieron con ganas. La primera opción fue un poco a trompicones pero no significó el primer gol local de milagro, ya que el disparo en escorzo de Julián no se coló por poco. La tendencia había cambiado. El choque se equilibró, pero las sensaciones más peligrosas eran visitantes. Javi Casero lo demostró mediada la segunda parte cuando se plantó solo ante Zarco, pero se le empequeñeció la portería y fue incapaz de derribar el muro del meta local.

El signo del partido cambió en el minuto 70, cuando Adeva recibió en banda, encaró a Sergio y provocó un claro penalti que le otorgaba una ocasión inigualable que Adeva convirtió en gol con aplomo. Tocaba sufrir. En teoría, pero el equipo visitante se topó siempre con una defensa más seria y férrea que no dejó resquicio alguno.