Una vez más, me vuelvo a rendir a la evidencia del trabajo bien hecho por parte del Diocesano. El club colegial, nuestro único representante en la élite del fútbol juvenil, está protagonizando una excelente campaña en su debut en la categoría. El sábado ganó por 2-5 en Burgos y se sitúa entre los primeros clasificados. Quién lo hubiera imaginado. Excepto algún caso puntual, Extremadura nunca ha estado mejor representada entre lo más granado de los juveniles. Tiene mucho mérito, insisto, el trabajo del club cacereño, toda una institución en cuanto al fútbol de base casi desde tiempos inmemoriales. No es comparable, por supuesto, pero la maravillosa campaña del 'Dioce' se contrapone a los primeros grandes problemas económicos de la temporada en Segunda B. Que los jugadores del Sporting Villanueva denuncien ya impagos es para hacérselo mirar. Estamos ante un proyecto fantasma, me temo, y existe un evidente peligro de emular al Cerro de Reyes del pasado año. Para vergüenza del fútbol. Para vergüenza de Extremadura.