El francés Julien Absalon revalidó su título olímpico al imponerse en Pekín en la prueba de ciclismo de montaña son una gran superioridad, secundado por su compatriota Jean-Christophe Peraud y del suizo Nino Schurter, campeón del mundo sub-23 que arrebató el bronce a su compatriota Christoph Sauser, campeón del mundo absoluto.

Iñaki Lejarreta fue el primer español en la meta, octavo, un diploma olímpico que premia al joven ciclista vasco, que el lunes cumplirá 25 años, sobrino de Marino Lejarreta. José Antonio Hermida, plata en Atenas, sólo pudo ser décimo, después de que se derrumbara en sexta vuelta y cayera dos puestos.

Dominio claro

Absalon dominó de principio a fin la prueba, con la autoridad que tiene el hombre que lo ha ganado todo en los últimos años menos el pasado Mundial. Con este triunfo borra aquella mácula en su expediente, en una prueba que no pudo terminar.

El francés tardó poco en abrir hueco. Tanteó a sus rivales en la primera vuelta, donde ya se formó un grupo de diez unidades en el que estaban todos los favoritos, incluido Hermida. La paciencia del francés se agotó en ese momento, impuso su ritmo y nadie pudo seguirlo. Su compatriota Peraud fue el que más tiempo lo intentó y eso le sirvió para abrir hueco con los de atrás, pero no para seguir la estela del líder.

Ni él ni nadie pudo hacerlo. El resto de los favoritos cedía más tiempo en un grupo semi-compacto. Hermida hizo la goma durante unos kilómetros pero pronto les perdió de vista. Su distancia del podio se fue incrementando. Era de diez segundos al segundo paso por meta y similar dos vueltas más tarde. Pero al quinto paso cronometrado ascendió a medio minuto. La medalla se alejaba.

El alemán Manuel Fumic vino desde atrás para relegarle al octavo puesto y para alejarle un poco más de las medallas. La tarea parecía cada vez más complicada. Hermida no estaba lejos, pero tenía por delante a un grupo de cinco ciclistas que le separaban del podio. Eran los suizos Nino Schurter, campeón del mundo sub-23, y Christoph Sauser, último campeón del mundo, el joven alemán Fumic, el italiano Marco Aurelio Fontana y el sueco Fredrik Kessiakoff.

En la sexta vuelta Hermida se derrumbó, perdió más de medio minuto suplementario y cuatro puestos de un tirón. Le adelantaron el austríaco Christoph Soukup, el sudafricano Burry Stander, el español Iñaki Lejarreta y el británico Liam Killeen. Se desvaneció toda opción de medalla para los españoles. Fue un suplicio acabar, estaba descompuesto, sin gesto, roto. No abandonó, se aferró a la ruta y optó por terminar. Finalmente fue décimo.

Lejarreta mantuvo la octava posición, un premio a un ciclista joven y con porvenir. Es el mismo puesto que hizo en el pasado Mundial, lo que indica que está muy cerca de los mejores.