Rostros muy populares del deporte extremeño no han tomado bien que al menos este fin de semana tengan que jugar sin público sus partidos. Los baloncestistas Luis Parejo (Cáceres Patrimonio de la Humanidad) y Paula Ginzo (Nissan Al-Qázeres) y el presidnete-entrenador de voleibol Adolfo Gómez (Extremadura Arroyo) lo expresan abiertamente.

«Es una medida bastante dura para los deportistas y para los propios aficionados. Lo que nos da adrenalina es el empujón de ellos y más aún en el Multiusos, donde somos capaces de todo cuando estamos rodeados por nuestra gente. El que juguemos ante el Lleida el viernes va a ser un partido bastante diferente y raro», comenta Parejo, cuyo club ha suspendido las actividades sociales que tenía programadas por el llamado ‘mes de la inclusión’. Para ese choque había regalado unas 500 entradas que ahora prevé que se reutilicen para futuros encuentros cuando ya puedan ser a puerta abierta.

«Hay que respetar la medida del Gobierno para evitar el mayor número de contagios, pero hay mucha psicosis, mucho pánico, con este tema. Veremos qué consecuencias trae todo esto. Lo que nos gusta la competición y jugar delante de nuestra afición y nos lo están quitando», lamenta Parejo.

Para Ginzo, no poder estar apoyadas por su público el sábado ante el Ensino es un perjuicio para su equipo. «En Lugo jugamos contra el equipo y contra una afición muy alentadora. La nuestra es importante para nosotros y me ha dado pena. Es un jugador más», comenta la pívot, que pide a sus compañeras «dar la mejor versión, aunque estemos en silencio, porque en los entrenamientos estamos a muy buen nivel y esperamos que ocurra algo similar en este partido».

Acceso muy restringido

Acceso muy restringidoHabitualmente reivindicativa, la capitana del Al-Qázeres denunció que «seguir jugando nos expone a nosotras, pero vamos a intentar olvidarnos de esto porque el partido es lo más importante, aunque la salud también lo es. Iremos a ganar por nuestros aficionados».

Tanto a uno como a otro partido solo se permitirá el acceso a los pabellones a los miembros de los equipos, así como a los árbitros, oficiales de mesa y estadísticos, personal sanitario necesario, personal de comunicación de cada club, empleados de las instalaciones y el personal federativo autonómico correspondiente. En último término se permitirá el acceso al personal imprescindible para la retransmisión de los encuentros, que será el modo en el que los aficionados puedan seguir a sus equipos.

Mientras tanto, Adolfo Gómez, responsable tanto del aspecto deportivo como del institucional del representante extremeño en la Superliga 2 de voleibol femenino, el Extremadura Arroyo, dice que acatará la medida, «nos viene fatal, nos causa un gran perjuicio».

Asimismo, asevera que «aparte de perjuicio económico, que cada club lo debe valorar, se da la circunstancia que los dos próximos partidos del calendario son en nuestra cancha, y jugándonos todo lo que nos jugamos, la verdad es que nos viene fatal, pero tendremos que adaptarnos». Estos dos choques son ante el Arona Tenerife Sur (próximo sábado) y el Covadonga (día 21).

«Creo sinceramente que un equipo de nuestra categoría, que se desplace en avión junto a 200 personas más, corre el mismo peligro que jugando en un campo con 200 personas en la grada», concluye Gómez.