Hace unos días, un ilusionado grupo de jóvenes preparaba en la Ciudad Deportiva de Cáceres el Mundial de fútbol 7 para paralíticos cerebrales, que se disputa en Argentina en la segunda semana de octubre. Sin embargo, el pasado jueves la selección española, de la que formaban parte dos extremeños, recibía una noticia desoladora: su propia federación nacional había vetado el viaje por falta de fondos.

Apenas 18.000 euros, tres millones de pesetas, tienen la culpa de que los componentes de un equipo puntero a nivel mundial no puedan acudir a la cita, según ha conocido EL PERIODICO EXTREMADURA. Había opciones de hacer un buen papel y, si se acababa entre los ocho primeros, clasificarse para los Juegos Paralímpicos de Atenas-2004. La cifra corresponde a los billetes de avión y a la estancia en un hotel en Buenos Aires, sede central del torneo.

La concentración de Cáceres, prevista hasta el domingo pasado, se interrumpió bruscamente el viernes en medio de una decepción indescriptible entre los doce seleccionados, que iban a ser acompañados por tres técnicos. Además de los extremeños, hay jugadores de Asturias, Cantabria, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana.

HUNDIMIENTO

El entrenador es otro extremeño, Juan Antonio Vázquez, que define como uno de los momentos más difíciles de su vida el que tuvo que afrontar al comunicarle a sus jugadores que su sueño argentino se desvanecía sin una explicación convincente. "Estábamos trabajando bien desde hacía mucho tiempo y muchos habían condicionado aspectos de sus vidas para poder ir. No puede ser que se nos diga ahora esto, a falta de doce días", afirma el preparador, que lleva al frente de la selección desde su creación, en 1991. Su enfado es monumental. "El sábado tuvimos una reunión en la federación y le dije al director técnico que no podía entender lo que nos habían hecho. Se quitan las ganas de todo", dice Vázquez desde su localidad natal, Torre de San Miguel.

Dos futbolistas cacereños, Sergio Clemente y Pedro Rocha, formaban parte importante de un combinado en el que los extremeños siempre han tenido protagonismo debido a que la comunidad suele estar entre las mejores de España. "Desde la federación nos han estado dando largas durante varios días y ni siquiera nos hemos podido reunir con ningún directivo", lamenta Rocha, de 24 años. "Lo que más nos duele es que no nos hayan dado ninguna explicación directamente", añade. Iba a ser su tercera experiencia con la selección, un grupo muy heterógeneo formado por deportistas de 20 a 34 años y que ahora no sale de su desesperación.