DITER ZAFRA 1: Moisés; Regino, Nico, Loren, Dieguito; Juanma, Avila, Macías, Carlos (José, M. 95); Valentín (Aitor, M. 85) y Vicente (Dámaso, M. 70).

LA RODA 0: Luismi; Patoso, Pepelu, Cubi, Juan Pedro (Julio, M. 76); Quique, Manolo; Gómez, Jonathan (Chini, M. 76), Juanfran y Boni.

GOLES: 1-0 M. 21: Valentín, de penalti.

ARBITRO: Domingo Núñez Palomino (Comité Andaluz). Bastante entonado en un partido complicado (2). Expulsó a Avila por doble amarilla (60´ y 80´) y amonestó a Macías (54´), Juanma (66´)/ Pepelu (21´), Gómez (25´), Juan Pedro (51´), Jonathan (75´) y Manolo (76´).

Aunque hubo que apelar a la heroica y sufrir hasta el final, el fútbol terminó por devolver, con mucho suspense y emoción, lo que el pasado año le había hurtado al Díter. El conjunto segedano ganó ayer por la mínima (1-0) a La Roda y retorna a la División de Bronce haciendo feliz a una hinchada que ayer más que nunca se entregó a sus colores.

Hasta el único gol del encuentro parecía más propio de una película de cine negro que de un espectáculo deportivo. Pero si lo que cuenta es el final, el tanto de Valentín y el trabajo de todo un año de una esforzada plantilla logró el mejor de los finales posibles y aplicó un nuevo bálsamo al año horrible que ha vivido el fútbol extremeño.

MAS PAJA QUE GRANO Como los dos equipos eran conscientes de lo mucho que se ponía en juego sobre el tapete, el duelo comenzó muy disputado y en medio de una perseverante lucha por el control del mediocampo y de la iniciativa del juego. Los jugadores rivalizaban sobre el terreno de juego y las aficiones en el caldeado graderio.

El Díter quiso imponer su ley sabiéndose anfitrión y cuando trianguló con criterio creó problemas a su rival. Pero casi siempre pecó de precipitación, le faltó temple. En el amanecer del duelo Macías no controló un balón que lo habría dejado sólo ante Luismi y luego Loren probó suerte desde lejos enviando a las manos del meta visitante (m. 13).

Gómez, exjugador del Real Madrid y el Sevilla, intentaba capitanear a un voluntarioso cuadro albaceteño, pero a La Roda le faltaba profundidad. Y el partido tenía más paja que grano hasta que llegó la jugada clave. Casi nadie se dio cuenta en el campo de una mano bajo sospecha, la de Pepelu, que apareció en el momento justo. El árbitro pitó saque de esquina, pero su asistente lo había visto y los segedanos llamaron la atención del principal. El penalti lo convirtió con frialdad en el 1-0 Valentín (m. 21). Sólo cuatro minutos después el propio Valentín volvió a llevar el balón a la red, pero Palomino Núñez a esas alturas ya había señalado el fuera de juego que invalidaba el 2-0.

ESFUERZO ESTERIL Intentó devolver el golpe el bloque rojillo pero seguía huérfano de mordiente. Jonathan puso a prueba a Moisés (m. 33) y Cubi, en la mejor ocasión del partido en jugada, cabeceó incomprensiblemente fuera un servicio de Pepelu con el meta local batido.

El marcador no se movería y el 1-0 campearía en el electrónico cuando se indicó el descanso. Luego, de entrada en la segunda mitad, La Roda salió dispuesta a jugarse el todo por el todo y comenzó a empujar al Díter contra Moisés. Un par de llegadas de Boni (m. 57) tuvieron que ser neutralizadas por el inspirado meta local. Poco a poco, y a pesar de lo mucho que restaba, el partido se equilibró pero, más que nada, para convertirse en un demencial pleito de ida y vuelta.

El 1-0 no tranquilizaba al bando segedano porque el empate daba el ascenso a su rival. Había que atar el marcador, pero no era tarea fácil porque los nervios formaban parte del reparto.

FINAL DE INFARTO En medio de un taquicárdico guión fueron discurriendo los minutos hasta que llegó la expulsión de Avila (m. 80) que dejó en inferioridad al Díter para añadir más drama. Moisés solventó un mano a mano con Julio (m. 83) y Juanma probó los reflejos de Luismi desde fuera del área (m. 84). La tensión de mascaba dentro y fuera del rectángulo de juego en un final no apto para patologías coronarias.

Las pérdidas de balón del conjunto local desesperaban a Angel Marcos y a la grada. Julio elevó a la categoría de héroe a Moisés, tras rematar a bocajarro un balón que parecía que iba con dirección a la red. Y repitió el cancerbero pacense agigantando su figura por momentos hasta que el trencilla , cuando el descuento pasaba de seis minutos, pitó el final del encuentro. El Díter, apelando a la heroica, regresaba a la Segunda División B. El resto es muy fácil de imaginar. La invasión del campo, los abrazos en el palco y, como telón de fondo, el himno del club segedano sonando a través de la megafonía. No era más que el principio de la fiesta, la afición se citaba en El Pilar para remojar el gran éxito.