La crisis institucional del Extremadura UD vivió ayer su episodio más efersvecente de todos con un evidente divorcio total entre los dos grupos que copan al 50% el accionariado del club: el grupo de Manuel Franganillo, actual presidente; y el grupo de Luis Oliver. Hasta tal punto es la fractura que ayer, en una comparecencia de prensa, el vicepresidente Luis Oliver Sierra (hijo de Luis Oliver), llegó a comentar que la tensión es tan alta que ya las posturas entre ambos son «irreconciliables».

El Hotel Acosta Centro fue el centro neurálgico anoche de una rueda de prensa a la que acudieron representantes de todas las peñas del Extremadura. Aquello, más que una rueda de prensa, parecía una asamblea popular con preguntas cruzadas entre periodistas y aficionados. «Me veo obligado a atajar los rumores que hay en la ciudad y en torno al Extremadura en torno a los lamentables acontecimientos que están sucediendo en el club», dijo Luis Oliver, que se refirió públicamente al cruce de insultos entre Manuel Franganillo y Antonio Muñoz, empleado del club (miembro del grupo Oliver) en el descanso del partido ante el Tenerife.

«Pido disculpas en nombre del club. Siempre hemos tratado de lavar los trapos sucios en casa, pero eso se ha ido de madre. Tratamos de convencer a Franganillo hace 20 días de que fuéramos unidos hasta final de temporada, pero los acontecimientos nos hacen pensar que esto ya es irreconciliable».

EL CONSEJO, CLAVE / La guerra entre ambos bandos se ha centrado en mantener el poder en el Consejo de Administración, donde Manuel Franganillo es el presidente y consejero delegado. Su voto de calidad hace que la sartén la tenga el grupo de Franganillo, pero según informó ayer Luis Oliver, el consejo de administración está formado por cuatro personas del grupo Oliver y dos de Franganillo, algo que sin embargo no figura en el Registro Mercantil.

Franganillo, que se está moviendo a la velocidad de la luz para solventar un posible cese de su cargo, tramitó ayer un burofax a todos los miembros del consejo para que se abstengan de realizar algún movimiento que suponga algún cambio en el consejo de administración, ya que el mismo no se ha celebrado en su legalidad y, en el caso de que hubiera algo notificado en el Registro Mercantil, se podría incurrir en falsedad documental.

La afición, nerviosa/ Medio centenar de aficionados quisieron ver la comparecencia de Oliver en el Hotel Acosta y, algunos de ellos, se atrevieron a cuestionar la gestión del grupo en el club.

Oliver no dejó claro si las intenciones de su grupo será utilizar dos terceras partes del consejo para convocarlo y echar a Franganillo, pero la realidad es que el actual presidente es el único con capacidad para tomar decisiones legalmente.

La afición también preguntó por los rumores sobre la precaria situación económica de la entidad y la deuda con proveedores, a lo que Oliver respondió que «la economía está justa a día de hoy» y añadió que están esperando el pago de los 600.000 euros del Huesca por Enric Gallego y otra cantidad importante de Danubio de Uruguay por parte del pase del jugador Tomás Chacón.

Oliver también dijo que «los que más perdemos si el Extremadura desciende de categoría somos los accionistas, tanto los del grupo de Franganillo como los de Oliver».