Novak Djokovic levantó orgulloso sus dos brazos al aire hacia el cielo azul de Miami. Después de un titánico duelo contra Rafael Nadal, el tenista serbio sumó la 24 victoria consecutiva desde que empezó la temporada y el cuarto título del año al imponerse en la final del torneo de Miami por 4-6, 6-3 y 7-7 (7-4) en un agónico partido entre los dos mejores tenistas del momento que se alargó durante 3 horas y 21 minutos y se decidió en la muerte súbita.

Por segunda vez en dos semanas Djokovic ha ganado a Nadal y parece estar preparado para disputarle ese número 1 mundial que el campeón español recuperó el pasado año tras ganar en Wimbledon. Hoy Nadal aparecerá al frente de la clasificación de la ATP con 12.870 puntos y una ventaja aún considerable sobre Djokovic que desde enero le ha recortado 3.040 puntos y se consolida en la segunda plaza mundial con 9.700 puntos tras haber ganado los torneos de Dubai, El Abierto de Australia, Indian Wells y Miami.

EN RACHA Djokovic se marcha de Estados Unidos con 24 partidos consecutivos ganados y 26 contando los dos que ganó el pasado mes de diciembre cuando conquistó por primera vez la Copa Davis para Serbia. La racha es la tercera mejor de la historia del tenis moderno a solo una más de igualar los 25 partidos que ganó Ivan Lendl en 1986 pero muy lejos del récord de 39 que estableció John McEnroe en 1984.

Nadal intentó poner fin a esa espectacular racha y estuvo muy cerca de conseguirlo. Se quedó a dos puntos dos veces en en el tercer set con 5-4 y 6-5 pero Djokovic lo evitó ambas con su servicio. El número 1 mundial se adelantó en el primer set con contundencia 5-1 y dispuesto a marcar el territorio. Pero, como sucedió en Indian Wells, Djokovic le dio la vuelta al marcador y certificó su superioridad en un tie break que dominó tras un inicio dubitativo (1-2 para Nadal) y certificó con una derecha ganadora en el tercer match ball .

"Novak ha estado simplemente mejor que yo", aceptaba con resignación Nadal en la entrega de trofeos en la central Stadium de Crandon Park ante la ovación de 14.625 espectadores que llenaron las gradas para asisitir a una final entre los dos primeros jugadores del circuito.

Un clásico que promete repetirse muchas más veces y en el que Nadal aún domina con 16 triunfos por 9 de Djokovic, que le ha ganado la segunda final consecutiva sobre cemento. "Esta ha sido una de las mejores finales que recuerdo haber jugado nunca. Hasta el último punto no he visto que ganaba", decía feliz Djokovic, que ayer conquistó el 35º título de su carrera y que se convirtió, a los 23 años, en el cuarto jugador que hace el triplete ganando en Australia, Indian Wells y Miami después de Roger Federer (2006), Andre Agassi (2001) y Pete Sampras (1994).

AHORA, LA TIERRA Para Nadal, en cambio, ayer fue la tercera final perdida en Miami ( perdió también en el año 2005 y en el 2008) y una derrota de esas que escuecen como demostraba la cara de decepción del campeón mallorquín. Pero en el lado positivo el número 1 mundial puede marcharse de Estados Unidos con la tranquilidad de haber jugado dos finales (el año pasado se quedó en semifinales) y sumar 440 puntos más que en el 2010. Debería sentirse satisfecho.

El primer examen lo ha pasado con sobresaliente y ahora entra en su territorio preferido, la tierra, donde el año pasado encadenó los títulos de Montecarlo, Roma, Madrid y Roland Garros. El espectáculo está asegurado.